Migrantes reciben el año entre el frío y desesperados por recibir documentos para estar legales en territorio chiapaneco, para luego buscar continuar en su camino por el llamado sueño americano.
Ellos son Alexander y Luis, de 18 y 28 años de edad respectivamente, salieron de Caracas, Venezuela, el pasado 15 de septiembre y lograron llegar a nuestro país el pasado 9 de octubre, sin embargo, no han podido continuar con su camino, debido a que las autoridades de migración no les han otorgado sus documentos legales.
Alexander cuenta que tuvo que dejar su país natal debido a que su madre está enferma y la economía de su país no les permite tener acceso un tratamiento médico adecuado, ni a alimentos y mucho menos a una calidad de vida, pero su caminar en nuestro país no ha sido fácil.
“Por percance de la migración que nos hace sufrir, caminar en caravana cuatro días y aquí estamos en Tuxtla, ya llevamos dos meses y estamos buscando el sueño americano porque esa es nuestra meta, a pesar de que migración nos pone obstáculos y no nos deja avanzar”.
La historia de Luis no es tan diferente, explica que la situación económica precaria por la que atraviesa él y su familia, se vio obligado a salir de casa para buscar una mejor oportunidad de vida en Estados Unidos, sin embargo, la travesía ha sido difícil y más continuar detenido en nuestro país sin el apoyo de las autoridades.
“México me ha enseñado muchas cosas, he llorado mucho, he sufrido, necesito a mi familia y de verdad tengo una emoción tan grande que lo único que me queda es darle gracias a Dios y seguir adelante y que me de salud”.
Entre llanto, angustia y desolación, detallan que lo más complicado de su travesía es haber cruzado la Selva del Darién, pues fueron abusados sexualmente, ahí vieron morir a algunas personas por falta de alimento o por complicaciones de salud, sin que nadie pudiera hacer nada.
Aunque el escenario en México no es distinto, ya que han sido discriminados por su condición de migrante, no tienen trabajo y el Año Nuevo lo tuvieron que recibir sentados en una banqueta del centro de la ciudad, sin un plato de comida, pero sobre todo sin el calor de la familia, a quienes extrañan y esperan pronto cumplir la promesa del famoso sueño americano.
Llama iglesia católica a respetar los derechos humanos de los migrantes
El arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castillo, hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para que se garanticen los derechos humanos de los migrantes que entran a territorio mexicano a través de la frontera Sur, ya que muchos de ellos llevan meses en nuestro país sin poder resolver su situación legal.
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“Tienen que explicarles con qué documento tienen que cumplir, para que no los traigan de un lado a otro como piñata, que arriba que abajo, les están dando de palo nada más. Nuestros hermanos migrantes no son piñatas, son hermanos que requieren respeto por su dignidad”.
Por ello dijo, que el gobierno no debe vender su conciencia a servidoras, sino que se deben elaborar políticas públicas que permita el libre tránsito de los migrantes, pero sobre todo eliminar los trámites burocráticos que a muchos de ellos no les permite continuar en su caminar para llegar a Estados Unidos.
“Este es un gran problema donde los Obispos de Chiapas, tanto de Tapachula, San Cristóbal y yo de Tuxtla, hemos insistido a gobernación y migración, que las leyes sean claras y precisas, de tal manera que el hermano que va a pasar por México, sepa con qué México se va a encontrar”.
Cabe destacar que de acuerdo con la Síntesis de estadística migratoria, tan solo de enero a noviembre 2022, Chiapas registró el ingreso de 132 mil 565 centroamericanos, es decir, personas que se ubican en situación migratoria irregular.