Tras el paso de los fuertes aguaceros que en las últimas 48 horas cayeron en varias regiones del estado, las secretarías de Protección Civil y de la Defensa Nacional (Sedena) atienden a la población afectada, a la par que las autoridades en cada municipio cuantifican los daños.
En la capital chiapaneca el fenómeno meteorológico golpeó sin piedad varias colonias de las zonas norte, poniente, centro y sur, donde los damnificados aseguran que el agua arrastró coches e inundó decenas de casas, así también, gente que estuvo a punto de ser arrastrado por la fuerza del agua.
En cuestión de minutos y horas la ciudad se volvió un caos, del lado nororiente la calle donde está la iglesia de la colonia El Rosario, se convirtió en un verdadero río que arrastró lodo y piedras.
Sin embargo, en el centro y surponiente, decenas de casas quedaron anegadas entre el lodo y el agua que las averió severamente; por lo que cientos soldados del Ejército mexicano aplicaron el martes el Plan DN3 y varios camiones de la institución repartieron ayuda humanitaria, medicinas y colchonetas.
El ayuntamiento capitalino reportó la caída de más de 30 árboles adultos derribados por la fuerza de la naturaleza; más de una treintena de colonias sufrieron daños considerados graves, donde los funcionarios locales en colaboración con las federales se preparan paran solicitar, al término de la evaluación la declaratoria de emergencia de los recursos del Fondo de Desastres Nacionales, pertenecientes al Centro Nacional de Prevención de Desastres.
Asimismo, en municipios de la Costa como: Tapachula, la Perla del Soconusco y Suchiate, en la frontera con Guatemala, igualmente se vieron afectados por una serie de deslaves que dañaron caminos de terracería, afectaron viviendas y obligó, en muchos casos, a que la gente buscara refugió en áreas altas o con familiares.
De hecho, las secretarías de Protección Civil y de la Defensa Nacional, Marina y Armada de México; así como las corporaciones municipales han trabajado de forma coordinada con el propósito de atender a los damnificados, habilitar albergues y darles alimentos y medicinas.
La Sedena, es la primera dependencia que sale de sus cuarteles para distribuirse de manera estratégica a las regiones que más lo necesitan, como ha hecho siempre.
Por su parte la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Protección Civil mantienen un monitoreo constante en arroyos y lagos para evitar que en caso de nuevas precipitaciones con la misma ferocidad causen perjuicios.
De hecho, hasta el cierre de esta edición, en algunas partes de la capital chiapaneca y en varias localidades aledañas, los aguaceros comenzaban a caer de moderadas a fuertes, por ello la sociedad se mantenía en alerta.
Autoridades locales y federales se preparan paran solicitar, al término de la evaluación, la declaratoria de emergencia de los recursos del Fondo de Desastres.
30 Colonias Sufrieron daños considerados graves en la zona norte y poniente de la ciudad capital