En Tuxtla Gutiérrez, el oficio de voceador está en riesgo de desaparecer debido al impacto de las redes sociales, que han transformado los hábitos de lectura y reducido drásticamente la venta de medios impresos. De los 150 voceadores que había en su mejor época, actualmente solo quedan 12. Uno de los más veteranos, con más de 40 años en el oficio, enfrenta los desafíos de la era digital mientras sigue vendiendo periódicos en los mercados locales.
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Nacido en el barrio de San Roque, Don Mario ha pasado más de 40 años como voceador, un oficio que comenzó al lado del maestro José Eligio Valencia, quien cuenta con más de 50 años en la venta de diarios. Hace 20 años, decidió independizarse gracias a la recomendación de su amigo Enrique Vera, convirtiéndose en su propio jefe. Aunque no gana grandes sumas, asegura que lo obtenido le alcanza para vivir, y lo más importante, disfruta lo que hace.
En entrevista, Don Mario compartió que a pesar de los retos financieros que enfrenta, es feliz con su trabajo. "No gano mucho, pero me divierto y gracias a Dios me alcanza para la comida", afirmó. Reconoce que las redes sociales han afectado gravemente la venta de periódicos, pero sigue luchando. "Si las redes no hubieran surgido, las ventas serían extraordinarias. La gente ahora lee desde sus teléfonos", lamenta.
Mejía Gutiérrez comenzó en 1984 y recuerda que la mejor época para la venta de periódicos fue en 1994, cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) captó la atención mundial. Las ventas crecieron notablemente durante ese tiempo.
Actualmente, sus principales clientes son los locatarios de los mercados Juan Sabines Gutiérrez y Rafael Pascacio Gamboa. "Les agradezco mucho porque son buenos conmigo, siempre me compran", comentó Don Mario. Comienza su jornada a las 5:30 a.m. y la finaliza entre las 2:00 y 3:00 p.m., vendiendo aproximadamente 60 ejemplares de Cuarto Poder y 20 del Diario de Chiapas. En un buen día, sus ingresos diarios alcanzan los 238 pesos.
Sin embargo, a pesar de su larga trayectoria, Don Mario no tiene un salario fijo ni prestaciones, y depende de su habilidad para vender los periódicos. Además, destaca que la desaparición de El Heraldo de Chiapas como medio impreso afectó profundamente a los voceadores, ya que era uno de los diarios más demandados.
Actualmente, solo quedan 12 voceadores en Tuxtla Gutiérrez, cuando en su mejor momento llegaron a ser 150. Muchos se retiraron o cambiaron de actividad por la caída en las ventas. "Antes éramos muchos, ahora solo quedamos dos con más antigüedad: Don José Eligio Valencia y yo", concluyó Don Mario, haciendo un llamado a la gente para que retome el gusto por leer prensa impresa y apoye a los voceadores.
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