Tuxtla Gutiérrez.- La movilización humana internacional en la frontera sur de México cada vez será más compleja, de más riesgo, de mayores costos económicos y sociales, los caminos extravío y las rutas que se perdían en el monte hasta el tercer trimestre del 2018 son parte de la historia de la migración, las caravanas muestran un rostro distinto, evidencian la sed y hambre de justicia social de las poblaciones, que urge atender con políticas humanitarias y con cooperación internacional.
De acuerdo con el presidente de la Fundación México Presente, Agustín Figueroa Flores, este fenómeno no se puede evadir, urge analizar las políticas y las acciones de los gobiernos de México federal y locales, las puertas de la frontera sur deben abrirse, pero de manera humanitaria.
Si bien esta región de México enfrenta los mayores rezagos sociales del país, es puerta de entrada de la migración internacional, presenta potencialidades, una gran riqueza natural que debe ser bien aprovechada para generar un gran intercambio comercial.
Plantea analizar el escenario de manera integral, la protección a migrantes, la seguridad para los chiapanecos, el temor de la población, la intranquilidad de algún sector de la iniciativa privada, como el derecho internacional a migrar en condiciones dignas.
La desigualdad del sur sureste es a la vez una oportunidad para el desarrollo, suscitar un intercambio entre México y Centroamérica que dejaría una derrama económica relevante para Chiapas, puerta de entrada y de salida, aunque con la migración llega otro tipo de fenómenos, de inseguridad y de racismo, afirmó Figueroa Flores.
Para la fundación México Presente, existe un estereotipo detrás de la migración, sobre todo de algunos países, lo relevante será que la migración se entienda y se atienda en su justa dimensión, se pueden controlar los flujos, pero únicamente dándoles las medidas de seguridad en el país de origen y que tengan mejores condiciones de vida, como salarios y empleos.
Opinó que los resultados de la política pública migratoria de México tienen que ser a un corto, mediano y largo plazo, el gobierno de Chiapas deberá analizar cómo puede colaborar con el gobierno federal, puesto que la ley de migración es de orden federal.
Chiapas tiene que coadyuvar con las instancias estatales involucradas para que puedan apoyar el trabajo del Instituto Nacional de Migración y las agencias de cooperación internacional en el estado, no podemos tratar a los migrantes como delincuentes, puede haber algunos infiltrados, pero tienen otro propósito, el migrante va en busca de mejores condiciones de vida.