Los productos herbolarios también denominados medicina tradicional, son una alternativa para la calidad de vida. Antonio Hernández López es un médico tradicional empírico desde hace 43 años de los 53 de edad que tiene hoy en día. Es originario de Tenejapa donde fomenta el uso de esta medicación, al igual que en Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas.
Los anaqueles en su farmacia localizada en la 9ª Poniente entre avenida Central y 1a. Norte, tiene 70 variedades de productos medicinales con marca registrada Poxantun y el aval de la Comision Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Trabaja el proceso integral, desde la recolección en campo de los insumos o materia prima, extraídos desde la montaña donde colecta el 75 por ciento de ellos y el 25 por ciento restante es cultivado para su extracto.
En su lista de productos tiene champús, jabones de tocador, pomadas, cremas, geles analgésicos, aceites relajantes y contra dolores, extractos, plantas embolsadas y cápsulas.
Hernández López explica que estos productos generan calidad de vida como las cápsulas de chilchahua que curan la salmonelosis, la infección intestinal, la tifoidea, es antiinflamatoria, combate la irritación estomacal, el médico dice que tiene gran demanda, al igual que la cápsula de cúrcuma que es reductor de acidez estomacal, actúa también como tónico estomacal, estimula las secreciones de jugo gástrico y pancreático, desintoxica el hígado, tonifica la vesícula biliar, regula la flora intestinal, combate el colesterol alto, alivia las úlceras gástricas y estimula el sistema inmune.
Cuenta que otro producto de gran demanda es la cápsula de zarzaparrilla que combate los triglicéridos, el colesterol, el hígado graso, la infección de riñón y ayuda al adelgazamiento, es considerada como el mejor remedio depurativo para aliviar problemas de la piel y las afecciones renales.
La enseñanza y aprendizaje le viene de familia, su madre y abuela fueron parteras empíricas en Tenejapa, su abuelo fue huesero donde la atención era para quienes menos tenían. Dice que esto también tiene que ver con el gusto y la investigación, conocer las plantas que sirven para ciertos males, una vez que se han identificado las plantas medicinales él consulta con las personas adultas de comunidades indígenas, sobre todo en la región Altos, se les consulta a médicos tradicionales y parteras para saber su manejo, consumo y para qué padecimientos son cada hierbas.
Uno de los productos estrella en su farmacia es el jarabe Toscalip a base de eucalipto, orégano, tomillo, jengibre que es para el sistema inmunológico y que alcanzó gran demanda durante la pandemia del Covid-19, recomendable para los niños para proteger su sistema inmunológico, puede ser gelatinado con panela o piloncillo.
También encuentra productos para combatir los hongos en la piel, contra la ansiedad, la depresión, protector solar, para combatir las manchas en la piel, los salpullidos, la resequedad en la piel, el acné, a la vez, es posible encontrar productos para combatir el maltrato del cabello, se encuentra la medicina tradicional para atender muchas patologías que padece la humanidad, para generar calidad de vida.
Él es médico por cuarta generación de su familia, ahora dos de sus tres hijos han estudiado la medicina alternativa a nivel científico, lo que los ha llevado a la elaboración de etiquetas, revisión, indicaciones, la fecha de caducidad.
Uno de sus hijos se dedica a la mercadotecnia, tienen que ver con las normas legales y juntos han creído que el tradicional pox es un complemento que se recomienda para el cansancio o relajación y finalmente en aceite de cannabis que se aplica contra dolores musculares y articulaciones.
Una voz más científica
Mientras tanto, el sanitarista James Gómez Montes, exsecretario de Salud en Chiapas, dijo que la medicina alópata tiene sus orígenes en las plantas medicinales, hay que agradecer y reconocer el trabajo de los médicos tradicionales empíricos, su talento y sus disposición de investigación para generar productos para generar alternativas para la atención a la salud.
Enfatizó en entrevista en el Sanatorio Muñoa, donde es director, que en el estudio de la medicina alópata nunca puede estar en contra de la medicina tradicional, los orígenes de la medicina es justamente eso que también en parte es científica. “Muchos de los medicamentos que ahora utilizamos se generan de cosas naturales, el paludismo y la malaria es una enfermedad endémica en Chiapas y el origen del medicamento que aplicamos es la quinina, muchos años atrás la gente curaba el paludismo masticando la hoja de la planta quinina, se ha procesado y se puede consumir en una pastilla como la cloroquina”, señala.
Dijo que ahora hay productos científicamente estudiados en lo que se basa el conocimiento, “no estamos en contra, estamos a favor de la medicina tradicional, mientras más cosas naturales puedan aportar los médicos tradicionales menos efectos colaterales vamos a tener en el organismo, pero hay que estudiarlos de manera científica, hay estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que revelan que el nopal baja los niveles de azúcar. Actualmente ha generado una controversia para quienes no lo han estudiado el uso de la marihuana y que es un antiinflamatorio y analgésico potente, hemos visto a personas que han logrado buenos resultados con tan solo la mezcla del cannabis y alcohol contra dolores musculares”, explica.
El médico especialista con trabajo clínico en comunidades indígenas de Ocosingo, indicó que la medicina tradicional no son solo hierbas, también lo es la atención a partos por las parteras empíricas. “A ellas les hemos dejado de llamar empíricas, porque tienen bases científicas a través de mucha capacitación recibida. Mientras el médico atiende un parto en sala con aire acondicionado, la partera tradicional emplea un anafre para calentar el ambiente, estamos a favor y ahora hay mesas de atención para parir vertical, ya no solo las horizontales a las que están acostumbrados los médicos”, destaca.
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Cita que mientras el médico utiliza tijeras estériles para cortar el cordón umbilical, las parteras emplean tijeras calentadas en el fuego, además, de que usa guantes y ella solo se lava muy bien las manos. “Hay parteras que tienen mucha experiencia, ya que algunas han atendido mil partos en su vida, mientras un médico lleva cien, por eso la medicina tradicional es ahora medidas alternas y un gran aliado de la medicina alópata, la tenemos que fomentar y hacer cada vez más científica”, expresa.
Por otra parte, la vicepresidenta del Congreso del Estado, la diputada local indígena de Oxchuc, Cecilia López Sánchez, expresidenta municipal de ese pueblo del norte de Chiapas, explica que la medicina tradicional empírica es una verdadera alternativa para generar calidad de vida. “Son grandes conocimientos de los abuelos y bisabuelos, es lo que nos hace milenarios, nos hace originarios, aún conservamos muchas prácticas ancestrales, entre ellas la medicina tradicional”, señala.
López Sánchez es trabajadora del IMSS, ahora con licencia por el cargo que ocupa y ve viable la propuesta del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, que entre sus reformas está el reivindicar la medicina tradicional para conservar la identidad indígena.
En Chiapas no hay un censo sobre el número de médicos tradicionales, pero en casi todos los municipios y en cada localidad indígena hay más de uno, seguramente son miles entre los 12 grupos indígenas, también la población hispanohablante tiene su medicina tradicional, con esos conocimientos se salvan vidas, desde una gripa hasta cáncer, ayuda mucho a reivindicar los pueblos originarios, cuenta que ha sido testigo de éxitos en los tratamientos con la medicina tradicional.
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