Tuxtla Gutiérrez.- La Danza de los Parachicos representa el momento culminante de una gran celebración en Chiapa de Corzo, el pueblo ya espera la fecha de inicio, los danzantes se alistas, preparan sus ornamentos, el 8 de enero esperan arrancar con una gran algarabía, los artesanos aceleran los procesos de fabricación del chin chin o la sonaja.
Tambores, flautas y sonajas de hojalata ambientan aguardan en las casas, las danzas y ceremonias religiosas que forman parte de la tradicional Fiesta Grande de Chiapa de Corzo, la bulla, se realiza en honor al Señor de Esquipulas, San Antonio Abad y San Sebastián Mártir, siendo testigo de todos los acontecimientos la milenaria ceiba en la plaza central.
El artesano Saúl Artemio Ruiz Nanguze, explica el procedimiento de fabricación del chino chino de morro, que comienza con la selección del morro, la limpieza del mismo, la selección y las combinaciones de pinturas, el tiempo para elaborar una pieza es de una samana, aunque luego transcurre otra media semana para el secado de la pintura, su valor es de 700 pesos hasta 2 mil pesos, con imágenes, fondeado en blanco, con aje, sapolin y poliéster, para generar brillo, que elabora desde hace ocho años.
Los bailarines, hombres y mujeres, encargan con mucha anticipación al mes de enero su sonaja, hay quienes lo prefieren de morro o de lámina, los hay de diversos tamaños y precios, es el que pone la bulla, es el que alegra a la gente durante el recorrido por las calles de la localidad colonial de Chiapa de Corzo.