Tuxtla Gutiérrez.- La cafeticultura de Chiapas no está en el mejor momento, está en riesgo permanente por la amenaza mundial de plagas y enfermedades, sin embargo, difícilmente podría desaparecer, sería catastrófico para en materia económica, política, ecológica, social y cultural, lo que hay que recuperar son la fertilidad de los suelos, la capacidad de retención de humedad, la sanidad y la productividad.
El investigador del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Walter López Báez, expuso que está en un inicio de despegue, en los últimos tres años los productores despertaron con el ataque de la roya a los cultivos, se dieron cuenta que los campos requieren manejo, algunos requieren fertilizantes, podas, conservación de suelos, renovación de plantaciones resistentes a la roya.
En café es cultivado en poco más de 4 mil comunidades en 88 municipios, generando un rendimiento promedio anual de un millón a un millón 400 mil quintales por ciclo productivo, atendido por unos 170 mil productores, que demandan inventivos para que la actividad se mantenga, para elevar la productividad, los cafetales generan servicios ecosistémicos.
Muchos productores están desarrollando mejor mantenimiento sus plantaciones de las variedades de borbón, mundo novo, márago, de las tradicionales variedades, la actividad siempre va a estar en riesgo sobre un nuevo patógeno como roya o sequía, lo que hay que minimizar con tecnología; la sequía es incontrolable, pero se puede reducir mediante cobertura de rastrojo en las parcelas.
La roya desde hace años ha venido caminando de Brasil hacia el norte, es un hongo que viene siguiendo al café desde África, a los cafés robusta no le pega, en Etiopía la variedad timor producto de la cruza de manera natural entre el árabe y el robusta obtuvieron el híbrido del timor, pero producía poco y era muy alto, y en Portugal decidieron cruzarlo con el caturra chaparro y produce mucho, de la que se obtuvo la variedad catimores que estamos introduciendo en Chiapas para resistir a la enfermedad, explicó.
El INIFAP desarrolló una variedad denominada oro azteca que no le pega la roya y está siendo cultivada por 300 productores en el municipio de Montecristo de Guerrero en la región Frailesca, lo que requiere es un buen manejo, alcanza mayor densidad por hectárea, es chaparra la planta y genera un muy rendimiento a partir del buen cuidado del suelo con fertilización.
López Báez reveló que muchos productores están generando su propia semilla para ser introducida por otros campesinos en parcelas distintas, se siguen haciendo estudios para generar otras variedades de café, se fomenta el manejo de los suelos, y como parcelas demostrativas se han constituido cien parcelas en la Sierra para identificar la mayoría de las deficiencias, generar formulaciones adecuadas a los análisis de suelos.
La fertilización de los cafetales tiene que ser a partir de las condiciones de los suelos y podría aplicarse un nutriente que no lo necesita, la mayoría de los suelos necesitan boro, un nutriente asociado a la resistencia de enfermedades, la ausencia de este genera la debilidad de la planta a la roya, subrayó.