Desde hace cuatro décadas, el local que abarca los números 43, 44 y 45 en la 3a. sección del emblemático Andador San Roque, ubicado en el centro de Tuxtla Gutiérrez, ha sido un punto de encuentro para amantes de los juguetes artesanales. Especializados en la fabricación y comercialización de carritos de madera, este establecimiento ha mantenido viva la tradición y la creatividad en la elaboración de estos juguetes.
Con una amplia variedad de modelos y colores, los carritos de madera son la especialidad de este icónico local, que en algún momento conquistó el corazón de generaciones enteras. Desde los clásicos diseños hasta creaciones más innovadoras, cada pieza es única y refleja el esmero y la destreza del artesano que trabaja en su elaboración.
Ismael Lovera Martínez, es quien se encuentra detrás de todo este arte y nos comentó que lamentablemente la tradición se está perdiendo, pues muy poca gente acude a comprar este tipo de juguetes, esto ante las nuevas tecnologías que han desplazado a los juegos tradicionales.
"Realmente han caído demasiado las ventas, ya se vende muy poco, ya muy pocos niños juegan los juguetes tradicionales, y ahorita como sale ya todo lo más electrónico, pues es lo que más juegan los niños, y más ahora que cualquiera ya tiene una tablet, un teléfono celular, se olvidan de los juegos tradicionales", expresó.
Agregó que este local cuenta con juguetes como los yoyos, baleros, trompos, carritos de madera, toma todo, tablitas mágicas, guitarritas, juegos de sala comedor y otros por mencionar, siendo una variedad de juguetes para niños y niñas. De acuerdo con el artesano, los más vendidos han sido los baleros, los trompos y los yoyos.
Cada trabajo que realiza Lovera Martínez lleva consigo un esfuerzo, así también como tiempo para poder detallar cada una de las piezas, al menos algunos se llevan alrededor de 15 días para hacer los cortes y posteriormente sacarlos al mercado.
Dentro de sus juguetes que han pasado de generación en generación se encuentran los gatos de madera, así como las damas chinas y uno tradicional llamado "no te enojes", aunque en otros lados es conocido como "berrinche".
"El juego del berrinche consta de una tabla y canicas, cada jugador tiene 5 canicas y lleva un dado. Este juego es muy entretenido con la familia así como con amigos, es por eso que se llama no te enojes, porque te pueden regresar al inicio del juego", explicó.
Y fue a través de su necesidad económica que se ideó para comenzar a crear estos juegos de madera; mala situación económica que como él viven muchos niños en la actualidad, que no cuentan con el recurso suficiente para poder obtener un juguete, por lo que estos juguetes siendo económicos pueden darle felicidad a cada uno de los pequeños.
"Y esto nace, porque por lo mismo, nosotros éramos de bajos recursos, no teníamos como para comprar un juguete. En ese entonces se vendían muchos juguetes de plástico y uno como niño comenzó a idear sus propios juguetes de materiales más reciclables, en ese caso existía el lodo. Entonces, ya uno se va imaginando lo que tiene que hacer", mencionó el artesano.
Por eso, ahora que cada cliente le pide algún juguete, él se lo imagina y es donde empieza a crearlos, en el caso de los niños son los carritos, y ahora las niñas han pedido las salas de juegos o camitas para sus muñecas.
Finalmente Ismael lovera Martínez hizo un llamado a los ciudadanos a que no dejen que estas tradiciones se pierdan, y también incentivar a los niños para que sigan jugando con este tipo de juguetes. Al mismo tiempo invitó a la población, a que lo visiten en el local 43 extensiones 44 y 45 del paseo San Roque, para que puedan admirar y comprar estas creaciones artesanales y consuman lo local.
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