El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) en Chiapas, Guillermo Acero Bustamante, expresó su preocupación por la percepción de inseguridad en la entidad y sus efectos en la recuperación económica del sector.
Acero Bustamante señaló que, a pesar de que Chiapas ha enfrentado desafíos en materia de seguridad, la percepción general es mayor a la realidad existente. Eventos de violencia, especialmente en áreas como Frontera Comalapa, Honduras de la Sierra, Chicomuselo, Motozintla, San Cristóbal de las Casas, Pantelhó, Oxchuc, Altamirano, entre otros, han afectado la llegada de visitantes y la recuperación económica de la industria de restaurantes.
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El representante del sector restaurantero en Chiapas destacó que la rentabilidad de cada empresa varía según la región, pero en general, la recuperación económica en el estado no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia. A pesar de generar alrededor de 200,000 empleos en todo el sector, aún se encuentran aproximadamente 5% por debajo de los empleos registrados en 2019.
En cuanto a las proyecciones para el 2023, Acero Bustamante indicó que, aunque inicialmente se esperaba un crecimiento del 13%, ahora las expectativas apuntan a un aumento del 7%, quedando 5% por debajo de las metas establecidas. Además, destacó que algunas regiones en Chiapas están experimentando una disminución del 20% en sus ingresos.
A pesar de estos desafíos, el presidente de CANIRAC en Chiapas expresó optimismo para el año 2024 y señaló que, aunque la recuperación total de empleos es difícil en lo que queda del 2023, esperan una mejora continua en los próximos años. La apertura de nuevos negocios y el aumento en la contratación de personal en diciembre son aspectos clave para alcanzar una mejor recuperación económica en el sector.