Un grupo de 27 familias que suman más de 90 personas indígenas de la comunidad Chigtón, del municipio de Ixtapa, siguen demandando justicia, la que no han encontrado desde el 30 de agosto del 2012, cuando fueron expulsados de sus hogares.
El representante Agustín Pérez Gómez, cuenta que han sido más de seis años de lucha, de exilio, de llanto, de injusticia y desesperación, de violación a sus derechos humanos, nunca han pensado en hacer justicia por mano propia, pero se les ha negado la razón.
Al abandonar la comunidad dejaron 20 casas, algunas fueron quemas y destruidas, así como más de 90 hectáreas de tierras de cultivo, cosechas y animales de traspatio, lo que jamás pudieron recuperar, además de árboles maderables que requerían mantenimiento para su desarrollo, precisó.
Fueron obligados a salir de sus viviendas por “caciques” que los despojaron de un predio donde se localiza un manantial para el abasto de agua a la comunidad Chigtón, de donde ya se servía el recurso natural para la población, que fue donado por voluntad, pero que el grupo agresor usó como pretexto para consumar la expulsión.