Indígenas desplazados de Ixtapa en espera de justicia

Viven refugiados en Casas Geo en Chiapa de Corzo, pero dejaron de pagar la renta; hay amenaza de desalojo

ISAÍ LÓPEZ

  · martes 26 de marzo de 2019

Indígenas expulsados de Ixtapa sin acceso a la justicia. / Cortesía

Indígenas de la localidad Chigtón, municipio de Ixtapa, expulsados de sus viviendas el 30 de agosto del 2012, siguen a la espera de justicia; durante el exilio se les ha ofrecido reubicación, pero no se ha consumado, localizaron el predio El Vergel en Villa Corzo, de 40 hectáreas, han puesto nombre a lo que sería su nueva colonia, 4 de Octubre, pero no aterriza la propuesta de reubicación.

Uno de los dirigentes, Agustín Pérez Gómez, explicó que en las negociaciones con el gobierno pasado los instalaron en el fraccionamiento Casas Geo del municipio de Chiapa de Corzo, pero desde hace siete meses no se han pagado la renta de 16 casas a mil pesos cada una y suma ya la deuda de 112 mil pesos a los dueños, por lo que han recibido amenazas de desalojo por los propietarios.

Los indígenas integran 27 familias con casi cien personas, y a casi siete años de ser expulsados de sus hogares, nunca más volvieron a recuperar 20 casas, 90 hectáreas de tierras, cosechas, animales de traspatio, cultivo de árboles maderables; en el exilio ha crecido el número de personas, ven incierto el futuro para los infantes, viven de trabajar de peón, del comercio informal, y cuenta que los invade la desesperación.



Precisan que las mujeres no cuentan con atención a la salud y los adultos mayores requieren de atención médica, no ven posibilidades de una indemnización para reparar el daño causado por la expulsión de la comunidad Chigtón.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos intervino, documentó la injusta, confirmó que el grupo agresor es la organización Ricardo Flores Magón, y su líder, Florentino Gómez Girón, recomendó medidas precautorias y cautelares a favor de los desplazados, emitió la recomendación al gobierno de Chiapas, 84/2013, pero no ha pasado nada.



Los desplazados de Chigtón eran obligados por Gómez Girón, a cometer ilícitos y, al negarse, fueron despojados primero de un manantial en un predio del propio Agustín Pérez, luego siguieron las agresiones hasta consumarse la total expulsión.