En una jornada de rica tradición y espiritualidad, indígenas tsotsiles de Chamula llevaron a cabo en el Congreso del Estado el festival de juegos K'itajimoltik y el carnaval característico de su pueblo, seguido por la proyección de una película en inglés y tsotsil que relata esta ancestral festividad. El evento culminó con la distribución entre los asistentes del licor típico de la región.
El filme, realizado en 1982 por Thor Anderson, aborda el Carnaval de Chamula, según confirmó el maestro e investigador Jesús Manuel Hidalgo Pérez.
La celebración en Chamula, que tiene lugar cinco días antes del miércoles de ceniza, reúne a toda la comunidad para representar el inicio del mundo hasta la actualidad, buscando un nuevo año de armonía y prosperidad.
Según los relatos de los ancianos, existe una antigua creación en la que los hombres, soberbios y desagradecidos, sufrieron un gran diluvio como castigo. Algunos escaparon trepándose a los árboles y, por no esperar al maíz sagrado y comer carbón y frutas, fueron transformados en monos.
Estos monos, disfrazados, regresan anualmente durante el K'itajimoltik, el gran festival de juegos. En el Congreso del Estado, la realización de esta festividad fue posible gracias al respaldo de la maestra Enriqueta Lunes Pérez, directora de la Casa de la Cultura de Chamula.
La comunidad elige cada año a tres hombres destacados para dirigir la fiesta, representando a los tres barrios del pueblo. Estos líderes, asesorados por consejeros rituales, organizan la participación en la fiesta, sacrifican toros y contraen deudas para financiar los gastos y festividades.
Los participantes, vestidos con trajes de conquistadores, realizan una procesión en la que se cruzan banderas frente a cruces que marcan las direcciones del mundo y los calvarios de los tres barrios. Este gesto simboliza el sol y otorga bendiciones al pueblo.
Los tres líderes entrantes se unen a los salientes, aprendiendo sus roles y rotando cada año entre los barrios. En su regreso de la casa del líder, los tzun pometik inciensan las banderas, representación del tiempo sagrado florecido.
La música de los maxes libres, proveniente de las montañas, se une a la celebración con danzas, chistes y música tradicional. Las imágenes de 1944 y 1979, presentes en la película, capturan la alegría y la riqueza cultural de la festividad.
La danza de Chamula representa la cosmovisión de los pueblos originarios, según la diputada indígena Cecilia López Sánchez, vicepresidenta del Congreso del Estado, quien destacó la importancia de preservar y compartir estas manifestaciones culturales.