Indígenas, con grandes aportaciones en la cafeticultura del país

ISMAM promotor de los sistemas orgánicos

Isaí López

  · viernes 5 de abril de 2019

Foto: Isaí López

Tuxtla Gutiérrez.- La cafeticultura de México juega un papel importante en la agricultura, es la actividad más rentable del campo, la que genera más empleos y contribuye a la paz y estabilidad social, el 90 por ciento de la producción nacional se concentra en cuatro estados, entre ellos Chiapas, dónde los indígenas realizan grandes aportaciones para la reactivación de la actividad, desde el establecimiento de bancos de germoplasma, viveros, plantaciones, renovación de cultivos, sanidad, acopio y comercialización.

El director regional de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, Juan Óscar Cepeda Gutiérrez, precisó que de manera directa dependen 2.5 millones de mexicanos, unos 170 mil familias de Chiapas, para la mayoría es la única fuente de empleos y oportunidad, aunque desde hace 25 años el sector enfrenta crisis económica recurrentes por la volatilidad de los precios internacionales, en la entidad por su ubicación de los cultivos, condiciones climatológicas.

Casi todo el año se cultiva café en más de 4 mil 200 comunidades de 88 municipios, el ciclo del café empieza en el mes de septiembre y termina a en agosto, en el mes de mayo tendremos en este año las últimas cosechas, dónde los territorios indígenas generan grandes aportaciones para la economía, medio ambiente, generación de empleos y en la estabilidad social, la actividad demanda muchas labores culturales, de toda la cadena productiva dependen aproximadamente un millón de personas.

En la actualidad el precio del café en los mercados mundiales es desde los 60 a 120 dólares por quintales de 100 libras, por debajo del valor real, aunque se rige por la bolsa de valores de Chicago en los Estados Unidos, el millón 300 mil sacos genera una aportación a la economía de anual del orden de los 200 millones de dólares en adelante, según el volumen de cosecha y precios internacionales, un importante volumen se exporta a Estados Unidos, Canadá, naciones de Europa, y Asia.

Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla (ISMAM), colindante con Guatemala en la frontera sur de México, y en las faldas del volcán Tacaná, a alturas de 4 mil 200 metros sobre el nivel del mar, se ha convertido en un gran modelo en la producción de café orgánico, la generación de cafés de calidad, fragancia y aroma que demandan los consumidores mundiales, riqueza generada por los pueblos originarios man, kakchikel, tojolabal, mocho, tzotzil, chol y tzeltal.

La asociación civil ISMAM se constituyó en 1996, Con casi 700 socios, que cultivan el grano aromático en dos mil 700 hectáreas, alcanzando un volumen por ciclo de producción del orden de los 25 mil quintales en promedio, principalmente de los cafés árabe y borbón, por sus dietas orgánicos no le ha impactado la roya a esos campos, contribuyen a la conservación del medio ambiente, buenas prácticas de manejo, reconoció Cepeda Gutiérrez.

El cuidado y la conservación de las plantas ha convertido a la organización en el pivote de la cafeticultura, en ejemplo, las organizaciones sociales juegan un papel fundamental en la conservación del medio ambiente, los campos cafetaleros aportan servicios ecosistémicos, evitan el arrastre de suelos y favorecen a la retención de humedad, mejoran la ecología y suscitan mayor rendimiento por plantas y por hectárea en la producción del "oro verde".