El Complejo Selva Zoque de Áreas Naturales Protegidas en Chiapas es un corredor natural de153 mil 328 hectáreas que incluye a las áreas federales Reserva de la Biosfera Selva El Ocote, Área de Protección de Recursos Naturales Villa Allende y Parque Nacional Cañón del Sumidero; y a las áreas estatales Zonas Sujetas a Conservación Ecológica Cerro Meyapacy La Pera.
La preservación efectiva de las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) va más allá de los límites de sus polígonos designados, afirmaron expertos en un foro sobre conservación del medio ambiente. El enfoque de paisaje o complejo emerge como una estrategia integral para gestionar el territorio, considerando tanto la conservación de la biodiversidad como las actividades productivas. Esta aproximación busca establecer corredores que permitan la migración de especies y la adaptación de ecosistemas ante cambios en el entorno.
María Salvia Sánchez Cortés, profesora investigadora en ciencias biológicas, advirtió sobre los impactos de la fragmentación del hábitat en el aire y la tierra circundante. Esta fragmentación resulta en problemas psicológicos vinculados a la producción de materia vegetal y la captura de oxígeno. Además, la falta de vegetación y los cambios climáticos fomentan de manera natural y ocasional la propagación de incendios. Estas preocupaciones son impulsoras del proyecto "El Ocote", en colaboración con CONASIC, para abordar causas de vulnerabilidad social y cambio climático. Afortunadamente, se encontraron resultados alentadores que muestran que no todo está en deterioro.
La importancia de la cobertura vegetal también fue subrayada. María Ureta Cervantes Bieletto, directora de la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, resaltó la función de los árboles como reguladores de temperatura, brindando hasta 4 grados de frescura. Asimismo, mencionó la relevancia de mantener zonas clave como el cañón del Sumidero, el cerro de Meyapac y otros espacios en Tuxtla Gutiérrez para mitigar el impacto de las lluvias y garantizar la regulación hídrica en la región.
Los expertos enfatizan la necesidad de adoptar un enfoque integrado que involucre la conservación, la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, abordando tanto la salud ambiental como las necesidades humanas. La colaboración y el compromiso de la comunidad son esenciales para garantizar el futuro sostenible de las Áreas Naturales Protegidas y sus alrededores.