A pesar de que los humedales de montaña Lagos de María Eugenia y La Kisst en San Cristóbal de Las Casas abastecen el 70 por ciento del agua potable que requiere esta ciudad, en los últimos años han sido devastados por invasiones y procesos de urbanización ante la omisión de las autoridades municipales, estatales y federales.
León Enrique Ávila Romero, miembro de la Red Ciudadana por el Cuidado de la Vida y en Defensa de la Madre Tierra, comentó que desde hace más de 10 años activistas iniciaron un proceso de defensa de estos sitios, logrando que fueran declarados áreas naturales protegidas a nivel estatal.
Dos humedales de montaña fueron las que recibieron este distintivo, Lagos de María Eugenia y La Kisst, uno abarca más de 115 hectáreas y el otro tiene una superficie más limitada.
Debido al proceso de urbanización, de cambios de uso de suelo, invasiones, por omisión de la anterior administración municipal con tal de obtener votantes, los humedales han ido perdiendo superficie.
Más de 20 hectáreas han sido totalmente rellenadas, pavimentadas y construidas. Solo en los humedales de montaña Lagos de María Eugenia se han registrado más de 15 invasiones y rellenos, con un impacto ambiental considerable.
Mencionó que en el proceso de defender estos lugares, varios activistas han sido demandados penalmente por no dejar a los propietarios construir sus viviendas; sin embargo, de lo que se oponen es que el municipio se quede sin agua y se pierdan los humedales.
Afirmó que ya se han dado las primeras consecuencias, pues hace años San Cristóbal tenía todo para ser declarada patrimonio de la humanidad, pero no ocurrió por problemas como la extracción de arena y devastación ecológica.
Reiteró que no han tenido protección de la autoridad, mientras que los invasores hacen lo que quieren como atentar contra la vida de personas ajenas a ellos como ocurrió semanas anteriores cuando se pretendía reforestar una reserva.
Espera que los legisladores actúen tal y como han manifestado en la protección del medio ambiente, con acciones verdaderas y concretas. También confía en que la sociedad se organice para proteger su patrimonio natural.
Hace años San Cristóbal tenía todo para ser declarada patrimonio de la humanidad, pero no ocurrió por problemas como la extracción de arena y devastación ecológica.