Este 2 de febrero “Día de la Candelaria” todos aquellos que tuvieron la dicha de sacar el famoso muñequito en la Rosca de Reyes darán los tamales tal y como la marca la tradición cristiana.

En este día, las familias católicas acostumbran celebrar la última “sentada” del Niño Dios y es cuando lo levantan de su pesebre para llevarlo a bendecir, posteriormente continuarán con los carnavales y finalizarán con la Semana Santa.

Los tamales son una tradición añeja que está marcada en los mexicanos, y es que casi el 90 por ciento de la población se reúne para degustarlos. En Chiapas los tamales de mayor demanda son los de chipilín con pollo o queso, los compuestos, los de hoja de milpa, de verdura, los de bola, de dulce, por mencionar los más comunes; cada uno está elaborado de una manera distinta, la cual le da un toque especial al paladar de quien lo disfruta

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Y es que la celebración no sólo se queda ahí, sino que son las famosas tamaleras quienes obtienen buenas ganancias por la elaboración de estos productos; actualmente los tamales cuestan de entre 15 y 20 pesos, dependiendo de la zona y del tipo de tamal, usualmente el más caro es el de mole o compuesto.

Con anticipación las tamaleras suelen recibir los pedidos de los padrinos que sacaron muñequitos, hay quienes llegan a tener pedidos de hasta mil tamales para entregar el 2 de febrero y los oficinistas hacen el mayor gasto.

La venta crece en los principales mercados, donde desde las 6:00 de la mañana las vendedoras -en su mayoría mujeres- suelen sacar sus ollas aún calientes para iniciar con las vendimias, las cuales suelen terminarse en un lapso de una hora y media.

La feria del tamal

El 1 de febrero se efectuó el quinto Festival del Tamal Tuxtleco en el Museo de la Ciudad, fue inaugurada por el presidente municipal, Carlos Morales, quien enfatizó la importancia de resaltar la cultura gastronómica de la ciudad y con ello llamar al turismo local, estatal y nacional.