En la comunidad San Felipe Jataté municipio de Maravilla Tenejapa en la Selva Lacandona se cultiva cacao orgánico, dentro de la Reserva de la Biosfera Montes Azules, cerca del río Lacantún, una variedad de mezclas, criollas, trinitarios y forasteros, dónde hace unos diez años se alcanzaba una producción de 700 kilogramos por hectárea, ahora ha bajado por la presencia de un hongo que se monilia, de entre 500 a 600 kilogramos, que afecta a la mazorca del cacao desde la edad temprana y los granos no se desarrollan.
El productor Enrique Trujillo Gómez, explica que el hongo es una espora que llega a la mazorca a través del viento, las que ya están dañadas contaminan a través del viento, ello implica que los huertos de cacao deben ser más manejados, la sombra debe ser regulada para disminuir la humedad en las ramas, lo que implica estar cuidando los árboles de cacao y los que le dan sombra a este cultivo.
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Cultivar una hectárea de cacao, de las 21 mil aproximadamente que existen en el estado, implica seleccionar la semilla, hacer la pregerminación de la semilla esto es un tratamiento previo a la siempre en el vivero, luego la preparación del sustrato, colectar materia orgánica para el sustrato, se llenan las bolsas para producción de la planta.
El cultivo se desarrolla sin riego, sin fertilizantes químicos, el cultivo es muy noble, tiene que ver con mayor adaptación a la tierra, a las condiciones climatológicas, a la precipitación pluvial, en la selva lacandona es entre los 2 mil 700 a 3 mil milímetros cúbicos de lluvia por agua, esto es favorable para el cultivo, la altitud favorece, entre los 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, abundó acompañado de su hermano Sergio Trujillo Gómez.
Este cultivo del cacao no es monocultivo, se puede asociar con maderables, frutales, orquídeas y flores, estas últimas ayudan a la polinización del cacao por la presencia de insectos, entre ellos abejas, mariposas, aves, atrae una biodiversidad, prácticamente el cultivo del cacao es casi una selva, anualmente se tienen ingresos por una hectárea de 40 mil pesos, los ingresos de los productores dependen del número de hectáreas que cultiven, por lo que al estado estarían ingresando por el cacao 800 millones de pesos por ciclo productivo.
Los beneficios que no son valorados y que aporta el cultivo son los servicios ambientales, como el agua, oxígeno, la captura de carbono, abona a la regulación del clima, mitiga la erosión del suelo, el impacto de la deforestación no se vea tan impactante en la zona, el cultivo del cacao colinda con la selva y eso no se ve el efecto de un bosque, un potrero y el cultivo, la belleza escénica es diferente.
Los productores de la Selva Lacandona provienen del grupo indígena tojolabal, que quiere decir hablar correctamente, que están muy identificados con el cacao, el cacao es parte del pueblo y el pueblo es parte del cacao, dependen de este cultivo para sobrevivir, comercializan el grano a Canadá y otra parte de la cosecha lo procesan en una diversidad de productos de chocolate.