Debido a la concentración de las áreas comerciales, circulación de automóviles con características deficientes y una carente planeación, el transporte urbano genera en Tuxtla Gutiérrez hasta 16 puntos de congestionamiento vehicular, de acuerdo con el Instituto Ciudadano de Planeación Municipal (Iciplam).
Informó que, según la Secretaría de Movilidad y Transportes del estado (ST), los habitantes de las más de 500 colonias y fraccionamientos que existen en la capital de Chiapas tienen a disposición 124 rutas de colectivos urbanos, de las cuales sólo 113 están activas.
Por el empleo de vehículos con poca capacidad de pasajeros, concentración de áreas comerciales, déficit en la infraestructura vial y un mal diseño de los recorridos, el transporte público en esa modalidad comparte 19 puntos de interés. La confluencia de trayectos provoca 16 “cuellos de botella” vehiculares; el primer cuadro, el Libramiento suroriente y los bulevares Belisario Domínguez y Ciro Farrera son parte de ellos, destacó por medio del documento “Agenda Estratégica ‘Tuxtla 2030’”.
El problema de tráfico aumenta, asevera, al tomar en cuenta el fracaso de proyectos de transporte sustentable, como el Conejobús; y que 23 por ciento de la mancha urbana de Tuxtla Gutiérrez carece de rutas de transporte público.
“Hay que crear espacios para vehículos no motorizados, promover e incentivar este tipo de movilidad urbana, además de fomentar la cultura de respeto al peatón y al ciclista (…) y considerar inversiones en vías de transporte alternativo”, puntualizó.
El 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial Sin Auto, fecha que tiene como propósito invitar a la reflexión sobre el uso de medios alternativos de movilidad y de transportes eficientes y sustentables, incluyendo el transporte público.
Hasta 2014 en Tuxtla Gutiérrez estaban empleándose 204 mil 291 carros, 4.5 por ciento más en comparación con 2013; equivalía al 27 por ciento del parque vehicular del estado de ese entonces. El 62 por ciento estaba ocupándose en el servicio particular, en tanto que el del servicio público sólo concentraba dos por ciento de la flota, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.