Tuxtla Gutiérrez.- Desde hace tiempo la propina está gravada. Sin embargo, por la informalidad que caracteriza a la economía regional en la práctica es poco frecuente que los trabajadores paguen el correspondiente impuesto por ella, aclaró ayer el síndico del contribuyente del Consejo Coordinador Empresarial del estado (CCE), Néstor Gabriel López López.
Dijo que la propina es “un regalo, una dádiva por el buen desempeño”. Por ello, la gratificación será gravada sólo a partir de que supere las tres unidades de medida actualización (UMA) al año, que hoy equivale a 92 mil 500 pesos. Toda retribución que sea menor a dicha cantidad estará libre de tributo, siempre y cuando el empleado declare esa retribución.
DINERO DE TERCEROS
La propina únicamente causará Impuesto Sobre la Renta (ISR), debido a que ante la ley está considerada como parte del salario del obrero, “porque no es dinero del patrón, es dinero de un tercero”. Por ello, la carga impositiva debe cubrirla el trabajador, no el patrón, aclaró.
El expresidente del Colegio de Contadores Públicos Chiapanecos (Ccpch) informó que para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es más fácil fiscalizar la gratificación cuando el negocio incluye la retribución en la cuenta o cuando el cliente ordena cargarle la propina a su consumo, y aún más cuando paga la cuenta con tarjeta. Ello porque ahora Hacienda pone bajo escrutinio el historial de los contribuyentes por medios digitales, con lo que bastaría revisar las cuentas bancarias de la empresa o patrón para actuar.
Cuando la gratificación es entregada en efectivo o de alguna otra manera directa al empleado, práctica común en los negocios informales, el fisco no puede actuar.