La lluvia ácida causada por los complejos petroleros en la zona Norte contamina de forma constante los mantos freáticos y los pastizales, que dañan la salud de los pobladores, sin que las autoridades ambientales hagan lo necesario para contrarrestar la problemática.
Techos y estructuras metálicas dan fe de la agresividad de los componentes químicos que diariamente son desechados al aire libre por Petróleos Mexicanos (Pemex) en los pozos de extracción ubicados en la región.
"Hemos presentado las denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y Pemex, es una demanda de años, pero no hay respuesta, la contaminación del agua es lo que más se nota, sobre todo en la piel, pero nadie hace nada", afirmó Herminio Valdez Castillo, habitante del municipio de Reforma.
Agregó que los pastizales también están contaminados y esas sartencitas llegan al ganado y a los seres humanos mediante la leche y carne de los animales, así que no descarta que existen enfermedades debido a este hecho.
Pemex en Chiapas trabaja en 24 zonas distribuidas en cinco municipios: Reforma, Juárez, Pichucalco, Ostuacán y Sunuapa. Cuenta con 129 hoyos, de los cuales más de la mitad está en Reforma, en ellos también se explota aceite y gas.
Asimismo, la entidad cuenta con uno de los complejos procesadores de gas más grande del Sureste en México: Cactus, con una extensión de mil 822 kilómetros.