El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) recomienda la implementación de sistemas agroforestales, es decir, la combinación de maíz con leguminosa, preferentemente Inga, una leguminosa forestal para maximizar los rendimientos de hasta doce toneladas por hectárea.
De acuerdo con el investigador Walter López Báez, en parcelas demostrativas establecidas en la comunidad Nuevo México del municipio de Villaflores se alcanzan rendimientos de hasta seis toneladas, se recuperaron los suelos que se encontraban totalmente compactados con la técnica del subsoleo, introdujo materia orgánica y el uso de semillas híbridas de maíz y se eliminó el uso del tractor.
Precisó en entrevista que en esa comunidad se han establecido siembras sin los paquetes tecnológicos y se han alcanzado dos y hasta tres toneladas de maíz por hectárea, donde productores han adoptado los resultados de las investigaciones para mejorar la fertilidad de los suelos y alcanzar productividad.
ALTOS COSTOS
López Báez afirmó que es necesario analizar los costos de producción, los riesgos de pérdidas por sequía, de cada diez años cuatro o cinco son sequías muy intensas, lo que echa abajo la inversión, y ante ello, surge la necesidad de recuperar suelos, el patrimonio del productor, además el 50 por ciento de sus costos de una hectárea es compra de fertilizante.
El negocio para el campo está en los que venden fertilizantes, no significa beneficio para la agricultura, hay que quitar al sector agrícola la dependencia de los fertilizantes, además de ineficiente porque el suelo está degradado; debido la acumulación de nitrógeno se genera una enfermedad llamada “metahemoglobinemia”, que causa contaminación de los mantos acuíferos y repercute en la salud humana.
Lamentablemente cada vez hay más consumo de agroquímicos en el campo y lo que absorbe la piel de los productores se acumula en el hígado, después de cierto tiempo se empiezan a sentir los estragos de la contaminación, por ello debemos hacer una agricultura basada en carbono, en materia orgánica para ayudar a compensar ese desbalance que se está yendo a la atmósfera, la manera de regresarlo es con árboles y prescindir del uso del fuego, explicó.
Puntualizó el investigador que en Chiapas pagamos los estragos de la deforestación y contaminación, existen suelos desiertos en muchas partes del estado, comunidades sin agua, mayor escasez de lluvia, arrastre de suelos, deslaves.