“Es lamentable el caso de la familia de Jaime Enrique "N", uno de los 56 migrantes muertos en un accidente vial en Chiapas, quienes deben viajar para aportar una prueba de ADN y repatriar el cuerpo a Guatemala, pero el reportaje en varios medios indican que no cuentan con dinero, ni la asistencia del Gobierno de Guatemala en el caso del Ministerio de Relaciones Exteriores ni del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala”, explicó Fernando Castro Molina, consultor migratorio en Chiapas.
A casi un mes de que 56 migrantes perdieran la vida en un accidente de tráiler en una carretera de Chiapa de Corzo, Chiapas, varias familias guatemaltecas viven en desconsuelo por haber perdido a uno o más de sus seres queridos y no poder darles sepultura, pues la repatriación se ha vuelto un trámite complicado.
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Es el caso dado a conocer de la familia de Jaime Enrique "N", de 30 años, originario de Chimaltenango y residente de la colonia Chojopín, y cuyo nombre figura en la primera lista de los fallecidos en el accidente del pasado 9 de diciembre, según publica en una nota periodística, se enfatiza que la familia narra que para pagar el viaje del migrante fallecido, vendió un terreno heredado por sus padres, pues estaba seguro de que trabajando en el extranjero, podrían mejorar su condición económica y la de su familia, pero encontró la muerte en su camino.
El lunes pasado, la familia de Jaime Enrique recibió una llamada en la que le indicaban que tenían que viajar a México para hacerse una prueba de ADN y confirmar que se trata del cuerpo de Jaime; sin embargo, su esposa, quien trabaja en una tortillería no cuenta con los recursos para hacerlo y se ha visto en la necesidad de buscar apoyo de la comunidad para recaudar por lo menos 3 mil 500 quetzales.
"Nos toca viajar para hacer un examen de ADN para reconocer el cuerpo, pero no sabemos cómo llegar, necesitamos si alguien nos pudiera apoyar de cómo poder llegar, porque no tenemos la menor idea de cómo transbordar, no tenemos los medios para pagar y llegar hasta México y por eso es que estamos pidiendo ayuda”, indicó Verónica Subuyuc, hermana de Jaime.
Castro Molina, lamentó que, desde el momento en que ocurrió la tragedia, la información por parte del Gobierno de Guatemala ha sido a cuentagotas y muchas familias de heridos y muertos, han viajado por cuenta propia con la esperanza de encontrar alivio con las autoridades de México, lo que muestra la falta de un programa de asistencia por instituciones para apoyar a familiares en estos lamentables casos.
Ante este lamentable caso, hizo un llamado a las autoridades del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (CONAMIGUA), para poder transportarlos en vehículo de la institución a la frontera con México y requerir se les proporcione visas humanitarias para familiares y el Minex dar el apoyo a través del Consulado de Guatemala en Comitán de Domínguez, Chiapas, para transportarlos hasta el SEMEFO y poder realizar las pruebas requeridas de ADN, pudiendo ser albergados por Grupo Beta y ser retornados a frontera con Guatemala por autoridades consulares.