El Secretario de Obras Públicas del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Jorge Gómez Reyes, sostuvo que el mayor sufrimiento de la capital en la temporada de lluvias es el crecimiento desordenado y la falta de un sistema de drenaje pluvial que ocasiona que los 33 arroyos lleguen al río Sabinal de forma violenta y desordenada, este tipo de infraestructura debió establecerse desde su fundación de la ciudad.
Somos un valle muy pequeño encerrado por los cerros Mactumactzá y Huitepec donde toda el agua que llueve termina en el río Sabinal que cruza Tuxtla Gutiérrez de poniente a oriente, y que es nuestro punto más bajo es el desagüe natural que tenemos y por lo tanto, sus afluentes tributarios alcanzan una gran fuerza y a la vez, representan siempre riesgo o peligro.
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Comentó que cada una de las 33 cuencas deberían tener su propio sistema de drenaje pluvial, al igual que cada subcuenca, los cuales son muy caros económicamente y que aunque los necesita Tuxtla Gutiérrez no los tiene, el rápido y crecimiento urbano desordenado nos ha ido limitando a las áreas donde escurren los excedentes pluviales.
Gómez Reyes añadió que como medida de prevención de riesgos el ayuntamiento realiza varias acciones, el desazolve del río Sabinal, así como de sus afluentes tributarios, la construcción de muros de protección, el mejoramiento del sistema de recolección de basura con la colocación de contenedores, y jornadas intensas con la colaboración de la población de limpieza de la basura, ello ha disminuido el "atoramiento" de las alcantarillas, a la vez, se realizan jornadas de limpieza de las propias alcantarillas.
A la vez, se realiza por diversos puntos de la ciudad levantamiento de escombros y de arrastres para que podamos evitar que por donde pasa el agua se tape y evitar inundaciones, durante muchos años ha hecho falta la construcción de los drenajes pluviales, lamentablemente muchas casas en Tuxtla Gutiérrez, poco más de mil, se construyeron arriba de los arroyos, dentro de los cauces o muy cerca de las márgenes.
De acuerdo con el servidor público municipal las administraciones municipales del pasado debieron respetar el cauce de los arroyos para así tener menos problemas, el desarrollo urbano ha sido muy acelerado, muy rápido y las consecuencias son que año con año tengamos problemas severos de inundaciones.
Los grandes escurrimientos arrastra material pétreo que vienen desde los cerros, pero cuando exceden los arroyos o cuando el agua se descarga por las calles no tienen la capacidad para los excedentes pluviales, por eso se generan inundaciones y arrastran incluso material de construcción, escombro, llantas y vehículos, añadió.
Ha tenido muchos costos en materia de protección civil la pérdida de recursos naturales, tanto en el cerro Mactumactzá como el Huitepec, cada uno de los 33 arroyos varía en su capacidad por el acotamiento de sus márgenes, las áreas hidráulicas están ya cerradas debido a que la sociedad no las ha respetado como era naturalmente, los embovedados han funcionado muy bien pero son muy antiguos, las zonas más críticas han sido rehabilitadas, los ríos han quedado subterráneos, acotó.
La velocidad del agua con la que llega al río bien podrían regularse con los árboles, el mes de septiembre es históricamente el más lluvioso, estamos comenzando, las peores lluvias que han caído en Tuxtla Gutiérrez han sido 115 milímetros, aunque para que sea torrencial basta que sea de 65 o 70 milímetros, reiteró.
Puntualizó que la sociedad debe ayudar no tirando basura ni escombro en la calle, respetar el atlas de riesgo, por ahora hemos contenido las ocupaciones ilegales en los cerros, principalmente en el Parque Nacional Cañón del Sumidero, mientras que los azolves que se retiran de los cauces de los afluentes se envían a tres depósitos.