Durante 2018, el número de expendios de comida que operan en la informalidad en Tuxtla Gutiérrez aumentó de manera considerable, de acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Chiapas, Arturo Marí Domínguez.
Atribuyó el hecho a muchos factores, entre ellos, el despido de personal que ocurrió en la administración pública en los últimos meses. Muchos antiguos burócratas abrieron negocios de ese giro para ganarse la vida.
La competencia siempre es bienvenida. Sin embargo, hay que orientar a esos establecimientos para formalizarse, capacitarse y convertirse en proyectos de largo plazo. El restaurante es una de las unidades económicas más reguladas. Si hay observancia de todos los requisitos, una empresa de ese tipo generará muchas satisfacciones, afirmó.
Informó que ese fenómeno junto con la caída en el consumo provocó que en el primer semestre de año pasado cerraran cinco expendios agremiados; y que en el segundo también hubiera recorte de trabajadores en algunos restaurantes asociados, con la consecuente incertidumbre para los tres o cuatro individuos que en promedio se estima dependen de cada persona ocupada en el sector restaurantero.
“Nosotros pensábamos que 2018 iba a ser mejor que 2017 y no es así. Es un año bastante malo (…) Lo que hemos podido observar es un año con tendencia negativa para nuestro sector”, admitió.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que en 2017 en Chiapas 50 mil 71 personas estaban ocupadas en el gobierno y organismos internacionales, 82 mil 55 menos en comparación con 2015.
Al tercer trimestre del año pasado, la entidad registraba una tasa de informalidad laboral de 78.5 por ciento. Fue la segunda cifra en la materia más alta hasta ese entonces, sólo superado por el 79.9 por ciento del primer trimestre, detalló.