Las principales consecuencias que las mujeres pueden sufrir al practicarse un aborto ilegal o clandestino es hemorragia obstétrica, así como infecciones cervicovaginales y en el peor de los casos la muerte, señaló Alejandro Alfaro Alvarado, especialista de la salud.

En el marco del Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro que se celebra el 28 de septiembre, el experto en la salud dijo que en Chiapas está legislado únicamente la interrupción voluntaria del embarazo bajo tres causas: La primera es por violencia sexual, mal formaciones congénitas o que ponga en riesgo la vida de las mujeres.

“Las mujeres que son víctimas de violencia, no hay necesidad de que tengan una denuncia ante un ministerio o la fiscalía, únicamente deben acercarse a las instituciones o a los servicios de salud, puesto que es un derecho humano tener acceso a un servicio de aborto”.

El marco jurídico de nuestro país enmarca que las niñas víctimas de violencia dicen que solicitan la interrupción del embarazo porque fueron víctimas de violencia, hay dos tipos de formatos, una para menores de 12 años que tienen que firmar tanto la usuaria como un familiar o acompañante, mientras que las que son mayores de 12 años únicamente puede ser firmada por las usuarias sin necesidad de un acompañante o responsable.

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Es importante señalar que en México el aborto es considerado como una intervención terapéutica recomendada para preservar o restaurar la salud de las mujeres, que incluye la protección a un estado de bienestar físico, mental y social, y que, en términos del principio pro-persona, también se configura como el cumplimiento y garantía efectiva de los derechos a estar libre de discriminación, a gozar de una vida digna, a la libertad y a estar libre de injerencias arbitrarias en la vida privada.

En este sentido, expuso que “el sistema de salud en general de Chiapas está preparado para brindar atención, puesto que ya en las instituciones de nuestro estado se brinda esta atención para evitar un deceso de ellas mismas”.

Finalmente, al ser cuestionado sobre las posturas que ha manifestado en diversas ocasiones la iglesia, explicó que nadie tiene el valor moral para desacreditar una acción propia, por ello existe la objeción de conciencia o libertad de conciencia, todas son libres y todos somos libres de decidir qué hacer o no hacer con nuestro cuerpo, esta cuestión de la religión o de que si tienen derecho o no tienen derecho va más allá de estigmas y de prejuicios, por lo que nadie tiene derecho de juzgar a ningún otro ser humano, ya que todas y todos somos libres de tomar decisiones.