Un equipo de consultores técnicos especializados intervino en una zona que representaba un reto para la conservación ante la invasión de una especie exótica, el pasto jaragua (“hyparrhenia rufa”), en el interior de la zona ribereña del río Grijalva.
Es un trabajo que vienen efectuando tres instituciones desde el 2016 cuando se iniciaron las labores de control de pasto, el cual tiene como característica una alta tasa de reproducción y dispersión, condición favorecida por los continuos procesos de cambio de suelo, que permiten la introducción y el establecimiento de estas variedades que remplazan la cubierta forestal nativa, aumentan la incidencia de incendios y pueden llegar a representar un elemento de modificación del paisaje original del parque.
Hasta ahora este tipo de hierba ha sido erradicada de una superficie de 10 hectáreas, y se logró mediante acciones de control, sanidad del ecosistema y mantenimiento, permitiendo la restauración del paisaje en la superficie intervenida en el margen izquierdo del afluente.
Estas acciones se efectuaron coordinadamente a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México y las comisiones Nacional de Áreas Naturales Protegidas y Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.