Tuxtla Gutiérrez.- Silvia Ramos Hernández, Presidenta del Consejo Ciudadano de Cambio Climático, ha planteado una iniciativa crucial en el ámbito medioambiental: la desincorporación de las 91 colonias que se han establecido dentro del polígono del Parque Nacional Cañón del Sumidero. Esta propuesta busca no solo restablecer la integridad ecológica del parque, sino también proveer a los habitantes de una solución definitiva para su situación de irregularidad y falta de servicios básicos.
El Parque Nacional Cañón del Sumidero, creado el 8 de diciembre de 1980 con una extensión de 21,789.04 hectáreas, ha enfrentado una ocupación paulatina que ha dado lugar a la formación de 91 colonias en su interior durante los últimos 38 años. De estas colonias, 69 se encuentran en el municipio de Tuxtla Gutiérrez y 22 en el municipio de Chiapa de Corzo, albergando una población estimada de 50,000 personas.
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La colonización en el interior del parque ha generado una serie de consecuencias ambientales significativas. La ocupación ha afectado aproximadamente 2,910.70 hectáreas de terreno, resultando en la degradación de los suelos, la disminución de la recarga de acuíferos, la alteración de la fauna y la sustitución de especies vegetales nativas. Ante esta problemática, Ramos Hernández propone la desincorporación de estas colonias para permitir la restauración ambiental del área.
Las colonias afectadas han surgido como respuesta al crecimiento poblacional, la migración y la falta de oportunidades para vivir. A pesar de que algunos habitantes poseen documentos de compra venta de tierras con el Ejido Francisco I. Madero, estas tierras no están regularizadas y son propiedad de la nación al estar dentro del polígono federal del parque.
El crecimiento territorial irregular en Tuxtla Gutiérrez entre 1980 y 2010 ha llevado a la ocupación de 2,253.8 hectáreas del Parque Nacional Cañón del Sumidero. Se estima que la ocupación irregular contiene alrededor de 30,469 lotes, lo que representa aproximadamente el 25% del total de viviendas registradas en los municipios de Chiapa de Corzo, Osumacinta, San Fernando, Soyaló y Tuxtla Gutiérrez en el periodo de 1990 a 2015.
Las colonias se han extendido a lo largo de una franja que va desde los límites de Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo hasta el bosque, afectando áreas como Satélite, Las Brisas, Colinas, Loma Larga Alta, Loma Larga Baja y Bella Vista.
Ante esta situación, los habitantes de las 91 colonias viven en incertidumbre y carecen de servicios esenciales. Ramos Hernández enfatiza que es responsabilidad de la federación desincorporar estas colonias y proporcionar a sus habitantes seguridad jurídica, servicios básicos y una solución definitiva a su situación. Además, se requieren medidas para prevenir la formación de nuevos centros de población en el área afectada, preservando así la integridad del Parque Nacional Cañón del Sumidero.