La tarde noche del domingo se llevó a cabo una oración por los migrantes que se encuentran instalados en la terminal de autobús OCC en plaza Las Américas, en donde el Obispo encargado llevó a cabo la lectura bíblica, así como el rezo.
Ante ello los obispos de la provincia eclesiástica de Chiapas emitieron un pronunciamiento en relación con la grave crisis humanitaria que enfrentan las personas migrantes en el estado. Este comunicado se produce tras una reunión de agentes de pastoral de la Movilidad humana de la provincia eclesiástica de Chiapas, llevada a cabo los días 22 y 23 de septiembre, con el propósito de reflexionar y fortalecer su compromiso y servicio pastoral en el contexto de las migraciones y la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado.
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En su mensaje, hicieron referencia al mensaje del Papa Francisco en la 109 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, titulado "Libres de elegir si migrar o quedarse". El Papa Francisco ha abordado las diversas situaciones que obligan a miles de personas a abandonar sus lugares de origen, como conflictos, desastres naturales y la incapacidad de vivir una vida digna en sus propios países. El Papa también enfatiza la necesidad de un esfuerzo conjunto para eliminar estas causas y poner fin a las migraciones forzadas.
Los obispos de las Diócesis de Chiapas expresan su preocupación y esperanza ante las difíciles circunstancias que enfrentan los migrantes, en parte debido a una política migratoria ambigua que ha contribuido al agravamiento de la crisis humanitaria. En este contexto, los obispos hacen un llamado a las autoridades para que respeten los derechos humanos de las personas que ingresan por la frontera sur de Chiapas y para que garanticen y protejan su integridad ante los riesgos de corrupción, extorsión, violencia, secuestro y desaparición.
Asimismo, los obispos instan a los tres niveles de gobierno a tener políticas migratorias claras y humanizadas, con un enfoque en el acompañamiento de los solicitantes de refugio y en brindar un trato digno a las familias migrantes, especialmente a niñas, niños y mujeres, que son las personas más vulnerables en esta situación.
En su pronunciamiento, los obispos agradecen a las parroquias, organizaciones de la sociedad civil y personas de buena voluntad por la acogida y ayuda humanitaria brindada a los migrantes en tránsito. Finalmente, hacen una súplica para que Dios guíe y fortalezca a los migrantes en su camino, y piden a Santa María de Guadalupe, Madre de Dios, que proteja a todos los migrantes en el mundo con su manto.