En Tuxtla Chico sepultan a sus muertos sin miedo a la pandemia

Eduardo Torres | Diario del Sur

  · domingo 28 de junio de 2020

Sin respeto a la sana distancia se realizan sepelios en Tuxtla Chico, Cacahoatán y Unión Juárez. / Fotos: Eduardo Torres | Diario del Sur

Pobladores de Tuxtla Chico realizan sepelios sin las medidas sanitarias pertinentes, para evitar contagios por Covid-19.

Sólo en la semana que concluye, tres entierros se realizaron con un número de personas considerable, que acompañaron el féretro hacia el panteón municipal de esta localidad, situado aledaño a la carretera Tapachula- Talismán.



Pese a que en las parroquias de Santa María de Candelaria y San Miguel permanecen cerradas, familias que se inclinan por la religión católica realizan el recorrido a pie desde casa del finado hasta el camposanto, como homenaje al ser querido que ha muerto.

Quienes profesan otra religión, velan el cuerpo en algún domicilio y después lo trasladan de la misma forma a su última morada.

Sin embargo, el número de acompañantes es superiora lo que las autoridades de Salud han recomendado: no más de 15 personas.

Audelino Hernández, encargado del panteón en Tuxtla Chico, señala que desde el inicio de la pandemia el número de inhumaciones ha aumentado considerablemente.


“Antes se sepultaban de una a tres personas al mes, a veces pasaban meses y no moría ninguno, pero desde que inició esto del coronavirus sepúltanos hasta 25 personas al mes”, refirió el panteonero.

Audelino Hernández | encargado del panteón en Tuxtla Chico


El cementerio de esta localidad se mantiene con sus accesos cerrados, sólo el ingreso principal está abierto, situación que ha menguado la posibilidad de realizar los cortejos fúnebres como habitualmente se hacía, con hasta 150 personas acompañando.

Don Audelino expuso, que se les recomienda a los familiares no acompañar al difunto con más de 15 personas, regla que algunos han acatado, pero conforme pasan los días la gente parece perder el temor al contagio.


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Diario del Sur constató, que en dos de los sepelios realizados durante la semana última, más de 30 personas acompañaron la carroza fúnebre hacia el panteón.

Entre los asistentes a los sepelios sólo algunos utilizan cubrebocas, el resto no toma en cuenta la contingencia que aún se vive y caminan sin alguna protección.


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