Tuxtla Gutiérrez.- La propuesta del Congreso de la Unión para aumentar el aguinaldo de 15 a 30 días para los trabajadores de la iniciativa privada ha generado preocupación en la comunidad empresarial, ya que se teme que tenga un gran impacto inflacionario. Hugo Armando Porras Pérez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tuxtla Gutiérrez, advierte que esta medida podría resultar en un aumento generalizado de precios.
Según Porras Pérez, el aumento en el aguinaldo significa costos adicionales para las empresas, que ya enfrentan gastos significativos, como salarios de trabajadores, alquiler de locales, servicios públicos como energía eléctrica y agua potable, impuestos y prestaciones. Estos costos adicionales tendrían que ser absorbidos de alguna manera, y la forma más probable sería aumentando los precios de los productos y servicios que ofrecen las empresas.
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El presidente de la Cámara de Comercio explicó que los productos en el mercado tienen una cadena de costos que incluye el transporte y el combustible, entre otros. Por lo tanto, para que los empresarios puedan pagar el aguinaldo ampliado, es probable que tengan que aumentar sus precios y sus ingresos durante todo el año.
Porras Pérez también destacó que, en años recientes, se han implementado aumentos en los días de vacaciones de los trabajadores debido a reformas en la Ley Federal del Trabajo. Si bien no se oponen a dar a los trabajadores más días de descanso, el problema radica en la implementación abrupta de estos cambios sin contemplar una transición gradual.
El empresario argumenta que la entrada en vigor de los aumentos en los días de vacaciones se llevó a cabo de manera abrupta, lo que ha generado desafíos adicionales para las empresas. Se ven obligadas a gestionar las vacaciones de manera escalonada y a menudo contratar trabajadores eventuales para cubrir puestos durante las ausencias prolongadas de los empleados.
Hugo Armando Porras Pérez subrayó que una aplicación gradual de estos cambios habría permitido una mejor preparación del personal y habría minimizado los impactos negativos en la economía. El problema más apremiante surge cuando las empresas deben otorgar vacaciones a empleados especializados para los cuales es difícil encontrar reemplazos temporales, lo que genera desafíos adicionales en la gestión empresarial.