Hoy, el municipio de Chiapa de Corzo, se llena de alegría y fervor con motivo de la Fiesta Grande de Enero, una celebración única que rinde homenaje al Santo Patrono del municipio, San Sebastián Mártir.

En este Pueblo Mágico, cada 20 de enero es especial, marcado por la devoción y la tradición que envuelven las calles. Los Parachicos y las Chiapanecas, ataviados con trajes coloridos y máscaras, danzan durante todo el día, llenando la ciudad con su energía festiva.

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Esta festividad no solo es un evento cultural destacado, sino también una expresión de gratitud y esperanza. Los habitantes de Chiapa de Corzo salen a las calles para agradecer por un año de abundancia y buena salud, al tiempo que expresan sus plegarias a San Sebastián Mártir. Con fe, la comunidad pide la intercesión del santo ante las enfermedades que afectan a la humanidad, creando un vínculo espiritual que trasciende el tiempo.

San Sebastián, venerado como mártir y patrón de Chiapa de Corzo, nació alrededor del año 256 en Narbona, que formaba parte del imperio romano y hoy pertenece a Francia. A pesar de sus orígenes en un territorio militarmente destacado, Sebastián eligió una carrera militar y alcanzó el prestigioso cargo de jefe de la cohorte de la guardia imperial romana.

Este logro, obtenido gracias a su fuerza, valentía y astucia, sorprende aún más al considerar que su servicio se desarrolló bajo el emperador Diocleciano, conocido por perseguir a los cristianos. Contrario a las expectativas de su posición, Sebastián se convirtió a la fe cristiana y abrazó la causa de Cristo.

La Fiesta Grande de Enero es más que una celebración local; es un testimonio de la identidad y la resiliencia de Chiapa de Corzo. En medio de la danza, la música y la devoción, la comunidad celebra la vida, la salud y la esperanza, recordando la importancia de mantener viva la tradición en cada paso de baile y en cada plegaria elevada al cielo.