En Chiapas la organización ambiental Wicker, hace un llamado a las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno, y a la sociedad civil, a recuperar la vocación forestal de los suyos, a introducir especies forestales en los parques, boulevares, calles y detener el cambio de uso del suelo, para hacer frente al cambio climático que está generando altas temperaturas, expuso la ambientalista Eréndira Domínguez.
No hay diagnóstico y estudios, pero algunos ambientalistas reportan que en los últimos 30 años hemos perdido un promedio de 300 mil hectáreas forestales, lamentablemente los programas de reforestación no generan impacto, por un lado las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno tienen que asumir si responsabilidad, mientras que la sociedad deberá sensibilizarse para cambiar su estilo de vida, abandonar la presión y la depredación de los recursos naturales y generar programas agropecuarios amigables al medio ambiente.
El crecimiento de la mancha urbana está generando una fuerte presión sobre los recursos naturales, en el caso de Tuxtla Gutiérrez, las zonas urbanas se están comiendo los bosques en el Cerro Mactumactzá en el sur y Parque Nacional Cañón del Sumidero, en el norte, áreas protegidas de carácter estatal y federal respectivamente, y que en los últimos cinco años están amenazadas por los incendios forestales, algunos puntos son ya desiertos y la flora y fauna ya no existe, como en la zona norte oriente de la capital.
Cada que tiramos o talamos árboles para la construcción de casas ya nunca sembramos otra planta, por eso los cambios del clima nos amenazan como humanidad, por eso desde la empresa tratamos de que se concientice la población para no tener que derribar árboles, hay contrario, hay que sembrar muchos más para no tener que enfrentar las altas temperaturas que han superado este año los 42 grados centígrados, los 40 grados centígrados en Tuxtla Gutiérrez, abundó.
Ejemplo de la gran deforestación es que las ciudades están creciendo hacia los cerros, Tuxtla Gutiérrez es un ejemplo de ello, pero también entre la capital del estado y Chiapa de Corzo suman 91 colonias irregulares que están asentadas dentro del polígono del Parque Nacional Cañón del Sumidero, desde 1999 a la fecha, y no obstante la importancia de la cuenca del Río Grijalva el afluente baja su nivel de agua en estiaje y dos incluye el abasto del agua a la zona urbana de la capital.
Hay que concientizar a la población desde la infancia para cuidar los recursos naturales, hay que sujetarse, aplicar y modernizar las leyes ambientales, en la actualidad se tiran árboles para construir obras públicas, muchos sueños han perdido su vocación forestal, el crecimiento poblacional va muy rápido, hay demasiadas personas que viven en sitios que tenían vocación forestal pero ahora son desiertos, mientras que el bajo ni el del río Grijalva hace que la zona urbana de la capital tenga problemas para el abasto de agua potable.
Antes de ingresar al Parque Nacional Cañón del Sumidero en el norte de Tuxtla Gutiérrez hay colonias que cambiaron la vocación del suelo, ahora hay calles y casas donde habito un árbol, y los cambios climáticos son una realidad, insistió.