Las secciones 7 y 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) han entrado a una ruta “crítica”, así lo han llamado, para el relevo del Comité Ejecutivo Seccional que responda a las necesidades de las bases, los días 14, 15 y 16 de febrero se realizarán los congresos seccionales para nombrar a la nueva dirigencia que sustituirá a las actuales que encabezan, Pedro Gómez Bahamaca y Kanul Pacab, respectivamente.
De acuerdo con el actual secretario general de la sección 7, Pedro Gómez Bahamaca, “se está preparando una elección de estado, al observar todo lo que están realizando como coordinación en aquellos ex dirigentes que encabeza el profesor Víctor Manuel Ancheyta Bringas, que se aglutinan en un frente supeditados a las órdenes del Estado Mexicano, que no tienen otro camino más que hacer el camino fraudulento para poder arribar a la dirigencia de este Comité Ejecutivo Seccional”.
También puedes leer: Sección 40 del SNTE denuncia fraude por casi 500 mdp
Otros personajes de los que participan en la organización de la elección de Estado es Javier Álvarez Ramos, ex secretario de Educación en Chiapas y Francisco Amadeo Espinosa Ramos, ex secretario general de la sección 7 y actualmente diputado federal plurinominal por el Partido del Trabajo (PT), y ante ello, “depositamos la confianza en los trabajadores de la educación que debe tener un buen fruto para arribar a un comité seccional que garantice la defensa del derecho laboral y sindical”.
A juicio de Pedro Gómez Bahamaca, una de las grandes tareas del nuevo Comité Ejecutivo de la sección 7 del SNTE será combatir la Ley General para la Unidad del Servicio para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), “por ello no nos asusta la intervención de los ex secretarios generales en su intensión de posicionar al charrismo sindical para consumar la elección de Estado”.
El llamado es que los gobiernos saquen las manos de estos procesos y que permitan que los trabajadores y trabajadoras se organicen para que puedan nombrar de manera democrática y si condición alguna a su Comité Ejecutivo Seccional que nos deberá representar en el próximo periodo 2023-2025, que deberá ordenar más de 800 plazas ahora no reconocidas, la activación de las plazas de los 33 integrantes de la dirigencia actual, la reactivación de la Caja de Ahorro y Fondo de Ahorro y Beneficio Social suspendidas desde el 2020 y la cobertura de las plazas pendientes de atender en comunidades rurales con más de 880 horas.
El ex dirigente de la sección 7 del SNTE, Víctor Manuel Ancheyta Bringas, confirmó que el frente por la defensa de la democratización de la sección 7 del SNTE la integra junto con los ex dirigentes, Rosendo Galíndez Martínez, Javier Álvarez Ramos, Santos Vicente, Francisco Amadeo Espinosa Ramos, entre otros, para arribar a una nueva dirigencia que responda a los derechos y a los intereses de las bases, a quienes invitan a ejercer en plena libertad sus derechos para la elección del nuevo Comité Ejecutivo Seccional.
El representante del Bloque Democrático de la sección 40 del SNTE, Armando Falconi Borras, explicó que las dirigencias de ambas secciones negociaron con Alfonso Zepeda, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, para que se hicieran al mismo tiempo los plenos seccionales, para que supuestamente den a conocer la situación que guarda la administración de los recursos producto de las cuotas sindicales, aunque en las dos secciones hay un desfalco que se deberá hacer público en los congresos.
En ambas secciones magisteriales se habla de una posible planilla única que ambas secciones quieren postular pero la intensión es “imponer al charrismo sindical”, en el fondo con la reforma a la Ley Federal del Trabajo de Andrés Manuel López Obrador, con el voto universal, directo y secreto, no se impondrá la verdadera democracia sindical, difícilmente tendremos una dirigencia que verdaderamente represente a la clase trabajadora; “estamos en la antesala de la imposición”.
De acuerdo con Armando Falconi, para ser candidato a una secretaría general se debe tener cuando menos cinco años comisionado en el seccional, es decir, nadie de los compañeros de base han estado en esa condición, y quienes han estado ocupando esos cargos con integrantes del “charrismo sindical”, de esta manera -explicó- ningún compañero que tenga el deseo de ser dirigente no va a poder, el talento y las capacidades del magisterio se están haciendo a un lado con estas determinaciones.
