Chiapas se distingue por ser gran productor de café, por lo tanto, un gran consumidor del café, pero la mejor taza de café debe acompañarse del mejor pan, en el barrio de Guadalupe en Tuxtla Gutiérrez, existe una tradición en la elaboración de pan dulce, artesanal, tradicional, el llamado pan tuxtleco.
En la octava calle poniente entre segunda y tercera sur existe una panadería tradicional que no tiene nombre, doña Guadalupe López cuenta que nunca pensaron en un nombre, el negocio lo inició su señora madre, ya finada, hace 40 años, al principio se elaboraba una vez por semana, luego dos veces por semana.
Cuenta que de lo que se han ocupado toda la vida es de elaborar calidad, participan en la hechura cuatro personas, el horno es de barro, en el momento que empieza el amasado de la masa de harina se prepara el fuego, conforme avanza la mezcla con el aceite, huevo, azúcar o sal, en el caso del pan blanco, el horno calienta.
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Cuenta que conforme va presentando en horno en la boca una franja blanca como nieve por el calor indica que ya está listo para introducir los moldes, se van colocando uno a uno, en un lapso de 40 minutos ya está listo el pan para la mesa.
En este negocio en el barrio de Guadalupe, en Tuxtla Gutiérrez, la pieza vale seis pesos al público consumidor, hay de varias las formas, se elabora dos veces a la semana, no se vende en grandes cantidades como las panaderías industriales pero se sostiene la venta del producto, el pan tradicional está en el gusto de los consumidores.
El pan regional, o el pan tuxtleco o el tradicional, lo conocen como pan tuxtleco, compite con otras panaderías tradicionales del barrio, en una o dos manzanas a la redonda hay varios negocios, la mayoría está cerrado, lo sostiene el buen sabor, para su consumo se acompaña de café, de arroz con leche que también lo venden o de chocolate.
Dice la señora López que no hay figuras de pan en especial, lo que lo distingue es su buen sabor y nada más, en el barrio la gente los ubica, para su elaboración solo se utiliza como materia prima, harina, levadura, huevo, aceite y azúcar, invita al público a qué lo conozca el producto, a qué lo deguste y lo califique.
Indica que hay una tradición de familia en la elaboración del pan, otros lo hacen en la ciudad de Villaflores, en la región Frailesca, pues el pan no puede faltar en la mesa de los y las chiapanecas, precisa que también elaboran por encargo, lo que pidan, para el día que lo necesiten y en la cantidad que lo demanden los solicitantes.
En sus alrededores hay otras panaderías pero no están abiertas, seguramente por el día, por un la hora, pero hay competencia y cree que estos 40 años han sido de gran enseñanza, y van por más, por conquistar más consumidores, para llegar a otras zonas de la capital, dónde compiten, y alcanzar un mejor posicionamiento en el gusto de los capitalinos.
