Tuxtla Gutiérrez.- El sector turístico necesita mucha seguridad, la pasada temporada vacacional bajó demasiado la afluencia, el gasto, reservaciones y hubo cancelaciones de servicios, muchos turistas que llegan a Chiapas prefieren ir a un balneario, que a una zona turística, esperamos que el proyecto del Tren Maya venga a generar un impacto en mayor seguridad, afluencia de visitantes, desarrollo local y regional y empleos.
La presidenta de la Comisión de Turismo y Cooperación Internacional, Mayra Alicia Mendoza Alvarez, expuso que en Chiapas venimos arrastrando del pasado gobierno problemas sociales complejos que inciden en la inseguridad, el tramo más complicado para los visitantes es San Cristóbal de las Casas - Palenque.
Mencionó en entrevista la legisladora plurinominal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que la baja afluencia ha impactado en la industria restaurantera, hotelera, de transporte y otros servicios, hay miedo del turismo transitar en esa vía de comunicación.
Seguramente que hay ciudades que presentan mayor demanda de servicios turísticos como San Cristóbal de las Casas, pero es la única, las ciudades con el distintivo Pueblo Mágico como Chiapa de Corzo, Comitán, Palenque y San Cristóbal de las Casas, es esta última ciudad para que presenta mayor movimiento de servicios.
La gente va a seguir bloqueando las carreteras por cualquier necesidad, son muchos los rezagos sociales, las insatisfacciones y las demandas insatisfechas, esperamos que el proyecto de construcción del Tren Maya que unirá a los estados del sureste y potenciará las zonas arqueológicas, venga a influir en mayor seguridad, desarrollo económico y social.
Mendoza Alvarez expuso que las comunidades rurales, marginadas y muy lejanas de las cabeceras municipales ubicadas en la ruta del tren tendrán posibilidades de mejorar su condición social, lo que habría que valorar es el proyecto de construcción de la carretera San Cristóbal de las Casas – Palenque, por varias razones.
La primera sería respetar los derechos de los pueblos y comunidades indígenas que han manifestado su rechazo, y la segunda razón es que habría primero que rehabilitar las carreteras que se encuentran en muy malas condiciones, “muchas vías de comunicación se encuentran pésimas, antes de pensar en nuevos caminos hay que componer lo que tenemos”, puntualizo.