El INM, quién más violenta derechos humanos de los afromexicanos e indígenas: ONG'S

Revelan informe sobre el tratamiento ilegal a mexicanos indígenas y afrodescendientes

Isaí López  | El Heraldo de Chiapas

  · miércoles 6 de noviembre de 2019

El INM el principal violador de los derechos humanos de los migrantes; Tobyanne Ledesma Rivera, fue discriminada por el Instituto Nacional de Migración. / Foto: Isaí López

Tuxtla Gutiérrez.- Los investigadores y defensores de derechos de los migrantes, Elizabeth Orem, del Instituto para las Mujeres en la Migración; Tanya Duarte, Afrodescendencia México; Abraham Gómez Pascencia, de la Coalición Indígena de Migrantes de Chiapas y Anna Joseph, Instituto para las Mujeres en la Migración, revelaron en un informe que existe un tratamiento ilegal de ciudadanos mexicanos indígenas y afrodescendientes constante por parte del INM.

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Precisaron que el Estado Mexicano a través del INM; y también de las autoridades locales y federales que ayudan a ese instituto, "han hecho de las suyas" y relatan varios casos documentados, uno de ellos es lo sucedido por Tobyanne Ledesma Rivera, que mientras viajaba en un autobús para visitar amigos de su familia en Tapachula, en la frontera con Guatemala en el 2009,, fue discriminada por las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).

Narran que las autoridades abordaron el autobús pero solo les preguntaron a Ledesma Rivera y su madre, las cuales eran los únicos afromexicanos en el autobús, qué estaban haciendo allí, la respuesta fue contundente Ledesma Rivera y su madre explicaron su viaje y cada una mostró su credencial de elector, lo que indicaba su nacionalidad mexicana.

Refieren que las autoridades del INM luego exigieron ver sus pasaportes, ante ello Ledesma Rivera respondió que no habían traído sus pasaportes porque viajaban a nivel nacional, en su propio país, no obstante, las autoridades mexicanas procedieron a sacar a Ledesma Rivera y su madre del autobús y luego las separaron para interrogarlas.

A Ledesma Rivera, que tiene la piel más clara que su madre, le preguntaron con quién viajaba, si viajaban juntas voluntariamente y hacia dónde iban, y ante ello, a su madre, los funcionarios del INM le preguntaron qué estaba haciendo en México y cómo poseía una credencial de elector.

Después de dos horas de interrogatorio, Ledesma Rivera y su madre fueron liberadas y, como su autobús ya había partido hace mucho tiempo sin ellas, regresaron a pie a la estación de autobuses, se violentaron sus derechos humanos, su integridad, amenazas y privación ilegal de la libertad.

Ledesma Rivera ha evadido el sur de México para evitar las prácticas discriminatorias del INM, su madre, que emigró a México desde Cuba en la década de 1960, con frecuencia se encuentra con este tipo de preguntas y suposiciones en todo el país.

Cuenta en el informe que en los procesos administrativos se le pide que presente pruebas que generalmente no se requieren para demostrar su ciudadanía mexicana, Ledesma Rivera, quien ahora se desempeña como Directora General del Mecanismo de Protección Integral de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas del Gobierno de la Ciudad de México, culpa a este perfil racial, en parte, al hecho de que muchos mexicanos creen que no hay personas negras en México.

Los defensores de derechos de los migrantes, señalan que prevalecen la detención arbitraria, la desaparición forzada y deportación de ciudadanos afromexicanos e indígenas mexicanos desde su propio país, violan el derecho internacional de los derechos humanos, incluido el derecho a la nacionalidad, el derecho a la libertad personal, la libertad de movimiento y el derecho a no ser discriminado.

Imagen: CIMICH

En este mismo informe cuentan que un hombre de 21 años de la comunidad Yaxgemel, en el municipio de Chenalhó, cuyo primer idioma es el tsotsil, viajaba entre San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez por los trabajos de construcción y fue informado por agentes del INM que detuvieron su autobús y revisaron sus documentos que no era mexicano, y que sus características físicas parecían muy centroamericanas.

“Me empezaron a discriminar por el color de piel y por la forma que hablo el español”. Otro entrevistado, un hombre de 22 años de Nail Ch’en, en el municipio de San Juan Cancuc, cuyo primer idioma es el tseltal, viajó de Chiapas a Sonora para trabajar en los campos agrícolas en el corte de uva y describió revisiones migratorias cada vez más severas a medida que el autobús avanzaba hacia el norte, con los mexicanos indígenas que a menudo se bajaban del autobús y se les pedía que presentaran una credencial de elector y cave única de registro de población y un certificado de nacimiento.

Nos pidieron bajar para revisar nuestros documentos porque nos dijeron que nos parecíamos como los centroamericanos y porque casi no hablamos bien el español, y otros policías nos decían que el acento del español que usamos se parece a los centroamericanos.

Otros fueron forzados a cantar el Himno Nacional de México y responder preguntas sobre México como tácticas que usan los agentes de inmigración para tratar de determinar la nacionalidad. Un entrevistado más, un jornalero de la comunidad de Mequeja en el municipio de Chilón, dijo que después de proporcionar su propia identificación a un agente de INM y responder preguntas.

Luego vio a un agente de INM pedirle al chico que estaba sentado a su lado una identificación, el chico le proporcionó a su credencial para votar, y el agente de INM le pregunta al chico por qué no había renovado su credencial para votar, ya que estaba muy desgastada y una parte de la orilla estaba despegada.

El agente empieza a decir que su IFE es falso, entonces el chico ya no supo que decir y lo bajaron del camión, le empezaron a decir que no es mexicano, que es un guatemalteco y que la identificación que llevaba era falsa. El entrevistado miró por la ventana a ese chico empieza a marchar como soldado y empieza a cantar el himno nacional, los agentes del INM observaban, miraban que otros chicos quienes habían sido sacados del autobús mostraban sus certificados de nacimiento, después de mucho tiempo, los muchachos fueron liberados y volvieron al autobús.

Imagen: CIMICH

Otro entrevistado, un hombre de la comunidad de Pechiquil en el municipio de Chenalhó, informó que al ser deportado a México desde los Estados Unidos, los agentes del INM dijeron que, debido a sus características físicas en la forma en que habla, no era mexicano sino guatemalteco y lo obligaron a llamar a su familia en Chiapas, cantar el himno nacional, y contar historias de México para demostrar lo contrario.

Este interrogatorio se realizó con fuerza física violenta, los agentes del Instituto Nacional de Migración realizan un trato “inhumano”, no usan mecanismo adecuado para determinar la nacionalidad de las personas detenidas, y los mexicanos son confundidos no solo por guatemaltecos sino por centroamericanos, aseguran, las ONG's.