El presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), Oswaldo Chacón Rojas, sostuvo que el financiamiento público en las campañas políticas electorales no es malo, no es una patología, por el contrario, permite la competitividad y la competencia.
Dijo que el gran reto y desafío que tienen los estados es establecer marcos adecuados de regulación y de control, México cuenta con el esquema de fiscalización más robusto del mundo, no hay otro en el mundo que cuente con esquemas tan complicados y tan completos como el nuestro.
Al participar en el panel virtual “Carteras Sucias ¿votos limpios?, para analizar la perspectiva jurisdiccional electoral, sustentó que en el país hay un financiamiento fuerte para que los partidos políticos puedan acceder al poder, pero tienen que presentar informes trimestral y anual.
Los sistemas de fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) son únicos y existe un marco de sanción, además, el acompañamiento de otras instancias por los delitos electorales, lo que genera un marco completo de control, sin embargo, persiste la desconfianza, esa sensación de que hay dinero sucio en las campañas políticas.
En el evento organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México, Tribunal Electoral de la Ciudad de México, Comisión Estatal Electoral de Nuevo León, Instituto Estatal Electoral de Querétaro y el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, abundó que es difícil el control del uso de dinero en algunas áreas específicas de las campañas, principalmente, en materia de clientelismo electoral, para la movilización de electores, peor aún, para la compra de voluntades.
Abundó que el dinero que se utiliza en las compras a medios de comunicación está prohibido, pero se realizan de manera soterradas, como el que los medios den prevalencia a algunos políticos y partidos por encima de otros, lo mismo sucede con la suposición de dinero del crimen organizado en las campañas, lo que está muy difícil acreditarlo por la gran corrupción que impera en México.
Chacón Rojas aseguró que no hay un modelo a seguir, pero debemos tener claridad de los escenarios y posibles modelos, habrá que seguir fortaleciendo este esquema de sobre regulación para fortalecer los mecanismos de fiscalización y de control, realizar auditorías forenses e ir más allá del patrimonio de los candidatos y sus familiares.
Planteó que la fiscalización de las campañas municipales y distritales locales sea responsabilidad de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) que tienen estructuras para recabar datos, y reformar el régimen político mexicano para transitar a uno semi parlamentario que nos permita mayores incentivos para el cumplimiento a las reglas del financiamiento.
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