En Tuxtla Gutiérrez dos edificios que albergan la cultura se encuentran abandonados, uno tras el sismo del 7 de septiembre del 2017, el Museo de la Ciudad, en avenida central y segunda poniente en el centro de la ciudad, y el segundo, el Centro Cultural Jaime Sabines, en avenida central entre 12 y 13 oriente y primera norte.
El Museo de la Ciudad se encuentra cerrado desde el día del terremoto, dos policías municipales lo cuidan en su interior, una mujer y un hombre, ellos mismos no creen que su responsabilidad es cuidar un edificio que se encuentra en malas condiciones, agrietado, el monte ha crecido en los patios.
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Tejas y maderas se observan desde la calle en los patios, las condiciones evidencia que ha crecido el daño, no solo por las grietas causadas por el movimiento telúrico, sino por falta de limpieza en los espacios donde es posible caminar, el inmueble está cubierto con lámina en sus puertas y ventanas.
El edificio no ha sido intervenido por ninguna autoridad para su rescate, era administrado por la Fundación Fernando Castañón Gamboa, su función era difundir y promover las expresiones culturales, antes del terremoto fue reabierto en el mes de mayo del 2016, tras una remodelación, el inmueble es catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes como monumento de valor artístico.
El Museo de la Ciudad no ha sido incluido en el programa de reconstrucción de la infraestructura afectada por el sismo del septiembre del 2017, la última intervención fue meses antes del movimiento telúrico, el responsable de su mejoramiento fue Jorge Gómez Jácome, especialista en restauración de construcciones históricas.
El edificio es histórico, es icónico para Tuxtla Gutiérrez, albergó la presidencia municipal del año 1942 a 1982, en 1982 fue cedido a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y en el 2000 recupera su valor artístico y cultural y se otorgó en comodato a la Fundación Fernando Castañón Gamboa, para la promoción, difusión y rescate de las expresiones culturales.
Sus colores presentan un relieve con tonalidad rojo indio, blanco y azul grisáceo, estilo ecléctico, combina el estilo neocolonial y neobarroco, ornamentos de ajaracas o lacerías, relieves en las paredes en formas romboidales, florones o capiteles con influencia del estilo árabe y mudéjar, cientos de ajaracas cubren la fachada.
Otro edificio abandonado es el Centro Cultural Jaime Sabines, en la capital, que muestra los años de abandono, falta de mantenimiento en sus instalaciones, en el piso, en plafones, en los muros o paredes, en la bases, que muestra la filtración de agua de lluvia, incluso, personal de limpieza ha tenido que colocar cubetas para captar el agua que cae del techo en el segundo nivel.
En ambos casos no hay que aporte información sobre los procesos de restauración, los edificios requieren con urgencia una intervención, en el Centro Cultural Jaime Sabines, está ocupado el inmueble, es oficina del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, pero está abandonado.