En 1996 se instauró en la mayoría de los estados de la República Mexicana el horario de verano, donde se pretendía que existieran ventajas económicas, turísticas, de transporte, y de salud para la población.
Raúl Domínguez Molina, economista de la Escuela Bancaria y Comercial, puntualizó que desde hace 23 años se han puesto en la mesa las ventajas y desventajas de dicho cambio, dentro de los inconvenientes destacan los diferentes horarios de los Bancos Internacionales y líneas aéreas; así como trastornos en la salud, en la agricultura y seguridad.
“En el caso de Banco de México empieza a laborar muy temprano en comparación con otros bancos, quienes tienen diferentes horarios, trae como consecuencia que las acciones de la bolsa de valores se modifiquen; sin embargo, en Chiapas son pocas las empresas que cotizan en la bolsa.
“Otra de las desventajas es en el tema de la agricultura, ya que ellos emplean el tiempo para poder trabajar lo que obliga a levantarse mucho más temprano, de igual manera, al ganado le cuesta acomodarse al horario. Otros perjuicios son los trastornos en la salud, sobre todo los que tienen marcapasos, desfibriladores y monitores de glucosa; en cuanto a la economía, provoca retrasos en juntas, cancelación de viajes y facturas y por tanto se gasta dinero extra para lo que no se concretó”.
Son 86 países que participan en este evento, mientras que en 108 no aplica. En lo correspondiente a México, sólo 30 estados hacen la modificación; Sonora y Quintana Roo no, ya que se apegan a los lineamientos de Estados Unidos.
Es de señalar que en 2016 se tuvo un ahorro importante por este acontecimiento que fue de mil 470 millones de pesos a nivel nacional; por ello, es importante que se analice la propuesta de erradicarlo.