Un corte en el suministro de energía eléctrica provocó que varios lotes de vacunas expiraran en el Instituto de Seguridad Social para Trabajadores del Estado (ISSSTE), situación que las autoridades de esta clínica en Tapachula intentan mantener en total hermetismo.
Personal que trabaja para este instituto de salud, señaló que el desperfecto de luz se originó desde el pasado domingo 2 de agosto, situación en la que la planta de energía eléctrica no funcionó adecuadamente y provocó la pérdida de estos suministros médicos.
Los trabajadores declararon que fue hasta el lunes por la tarde, es decir, casi 24 horas después, que personal de mantenimiento se percató que los enfriadores trabajaban a temperaturas mayores a los 25 grados, lo que provocó que las vacunas perecieran.
“El director de este hospital, Eliud Suárez Córdova, está buscando responsables pero no lo hace de manera justa, ya que esta tarea es responsabilidad del personal de mantenimiento y está pidiendo se den nombres en el área de medicina preventiva”, dijeron.
Apuntaron que el área donde se encuentran estas vacunas fue confiscada por las autoridades hospitalarias, después les hicieron firmar un acta en la que se constataba el incidente y el monto de pérdidas, que asciende a un millón 170 mil pesos.
“El director le dijo a la jefa de medicina preventiva que tenía que señalar a un culpable, pero la respuesta de la doctora fue que competía al área de mantenimiento atender esta situación, sin embargo, el directivo no aceptó el argumento de ella y el problema se ha agudizado”, comentaron.
La pérdida de estas vacunas, la mayoría orientadas para adultos, se da en medio de denuncias por falta de insumos y carencias en los servicios que ofrece la clínica Dr. Roberto Nettel Flores en Tapachula.
El desabasto de medicamentos y la inoperancia de quirófanos, aunado a otros servicios que han sido suspendidos, evidencia el olvido en el que está esta clínica, que tiene matrícula de más de 80 mil derechohabientes que requieren de algún servicio.