Tercera generación de familia originaria de Venustiano Carranza mantiene viva desde hace más de 50 años, la tradicional elaboración de dulces regionales de Chiapas en Tuxtla Gutiérrez. “La clave del éxito es el sabor; las recetas son originales de mi madre Flor de María Coutiño Argüello”, así lo cuenta Edith Edelmira Velasco Coutiño, hija de la referida y actual encargada de la empresa.
En entrevista, Velasco Coutiño explica que hace más de 50 años su señora madre inició el negocio en Venustiano Carranza, su pueblo natal, sin embargo, migró a Tuxtla Gutiérrez para trascender. “La constancia, el sabor, la dedicación y la entrega en el proceso de elaboración de los dulces ha sido el éxito; siempre mi madre decía lo hagamos bien, siempre tratando de procesarlos o producirlos con el mismo sabor con que ella los hacía”, mencionó.
Asimismo agregó “Porque mi madre traía los dulces en el corazón, en el corazón el sabor y la enseñanza; se divorcia mi madre y llega a Tuxtla Gutiérrez para empezar a hacer mejor lo que hacía en Venustiano Carranza. Comenzó con el nuegado y el dulce de leche; el negocio se ubicaba en la séptima poniente entre primera y segunda sur, ahora está en la primera sur entre sexta y séptima poniente, ahí se iniciaron "Los Chimbos", los dulces y ahora que fallece mi madre, en diciembre del 2022, pues estamos buscando un nombre distinto, algo que lleve su nombre, el sabor que ella le dió alos dulces”.
En el sentido del nuevo nombre de su marca, dijo “Queremos como un legado cambiarle el nombre al negocio, ahora nos debemos más que nunca a ella; su enseñanza ahora está siendo asimilada con pasión y se está continuando con el legado", manifestó, al tiempo que señaló que los dulces que más le gustan a la gente están el nuegado, le sigue el chimbo, los dulces de leche, el dulce empanizado, el dulce de coco con pasas -que es una receta propia de su madre- el gaznate, los turrones, las empanadas de piña, las empanadas de queso y el chilacayote.
Dijo además que han procurado utilizar ingredientes de la zona, como la miel que se produce en Chiapas, cien por ciento pura, lo mismo que productos como duraznos frescos, pasas, chacahuates, por supuesto el café chiapaneco. “Ahora el reto más grande de este negocio es sostenerse sin la presencia de mi madre”, señaló Velasco Coutiño.
Respecto a las recetas, a la “mágia”, con orgullo dijo “No tenemos competencia, las recetas las perfeccionó mi mamá; lo que vendemos lo tenemos que ir perfeccionando, yo puedo decir lo mío es lo mejor, pero hay que probar; comparamos lo nuestro con Venustiano Carranza, Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas, lo mismo que los dulces que se venden en Tuxtla Gutiérrez, que no los menosprecio pero sostenemos que estamos en el mejor concepto, acá las recetas mi mamá las fue perfeccionando y eso lo haremos con mi hija".
“Queremos que el legado trascienda, que nunca se acabe este negocio, que trascienda de generación en generación a como sucedió con la bisabuela, la abuela y es de gran relevancia que se haya incorporado mi hija, si no conmigo se acaba, es un reto para mi hija que tiene ahora 25 años el estar involucrada en el negocio; queremos que haya una cuarta y quinta generación o más”, finalizó.
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