Como parte del movimiento magisterial, el cual cumple el día de hoy 8 días, tomaron las instalaciones de Pemex, con la intención de ejercer presión al gobierno, así lo indicó, Héctor Gutiérrez Martínez, integrante de la dirección política de las dos fuerzas que componen el movimiento educativo en Chiapas.
Ante ello mencionó que este movimiento surge como respuesta a la falta de atención y respuestas por parte de las autoridades federales y del gobierno estatal a las demandas presentadas por los trabajadores de la educación.
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Gutiérrez Martínez, junto con compañeros del Consejo Central de Lucha y el presidente del comité de administración de la caja de ahorros y préstamo de la sección 7, declaró que llevan varios días plantados en la capital del estado. "Hemos decidido iniciar un paro indefinido de labores para buscar las respuestas que nuestro movimiento ha estado exigiendo ante las instancias de gobierno y que hasta hoy día no hemos tenido absolutamente nada", expresó.
Entre las principales demandas del movimiento se encuentra la abrogación total de la reforma educativa. A pesar de que el Presidente de la República ha afirmado en repetidas ocasiones que no se harán más cambios a la reforma educativa, los educadores insisten en que dicha reforma mantiene un corte neoliberal y afecta negativamente las condiciones laborales de los trabajadores. Gutiérrez Martínez destacó que una de las principales preocupaciones es la ley secundaria que, según ellos, actúa como un "brazo ejecutor" que impide la participación sindical en procesos como los ascensos y cambios de cadena.
En paralelo a las protestas en la capital, la asamblea estatal decidió trasladar una parte del campamento central al centro de distribución de Pemex en Tuxtla Gutiérrez. Este movimiento busca ejercer mayor presión y lograr una mesa de atención que aborde las problemáticas planteadas por los trabajadores.
A pesar de las expectativas del gobierno de que los manifestantes se retiren durante el fin de semana debido a diversos actos programados en la ciudad, Gutiérrez Martínez dejó claro que la duración del campamento será determinada por los compañeros de base y las instancias de decisión del movimiento. "Nos levantamos o no, lo sabremos dependiendo de la respuesta que den", afirmó, subrayando que, mientras no haya respuestas satisfactorias, el paro y las movilizaciones continuarán.
El flujo de vehículos, camiones y cisterna de Pemex, ha sido detenido como parte de las acciones de presión, y Gutiérrez Martínez advirtió que, si no se atienden las peticiones, los movimientos y la movilización irán en aumento.
Así mismo dejo en claro que si hasta el 2 de junio no hay respuestas, la protesta seguirá, dejando en claro que podrían haber posibles movilizaciones el día de las votaciones.
Esta movilización en Chiapas refleja la creciente tensión entre los educadores y el gobierno, con una demanda clara por mejores condiciones laborales y la revisión de políticas educativas que consideran perjudiciales.