Un promedio de 120 hectáreas de selva baja y jimbales fue el área dañada por una deflagración que tardó más de una semana en la Reserva de la Biósfera Montes Azules y la Selva Lacandona; el siniestro fue sofocado el pasado domingo, así lo informó Sergio Montes, director de la reserva en mención.
Precisó que el tipo de incendio fue subterráneo, el cual se propagó a través de las raíces y la materia orgánica del suelo, característica que dificultó aún más extinguirlo, aunado a la lejanía del lugar.
Explicó que el pasado 3 de mayo, ingresaron vía aérea a la zona afectada 38 combatientes pertenecientes a las brigadas de las comisiones nacionales Forestal y de Áreas Naturales Protegidas, debido a la lejanía y difícil acceso; hasta el domingo, el personal informó que se había apagado.
“Actualmente en las Áreas Naturales Protegidas de la Selva Lacandona no se registran incendios activos; una vez liquidado corresponde elaborar un plan de restauración del sitio afectado”, aseguró Sergio Montes.
“La ubicación del lugar de la quema fue en la ranchería San Vicente y por el momento aún se evalúan las posibles causas de la ignición; por lo que no podemos afirmar con certeza un origen en específico”, aseveró.
La Reserva de la Biósfera Montes Azules es la más importante en América Latina, ya que ahí viven más fauna y flora; residen una de cada cinco especies de plantas que existen en México, el 30 por ciento de las aves y una de cada cuatro especies de mamíferos.
Actualmente hay tres incendios activos, dos en el municipio de Chiapa de Corzo y uno en Villaflores, además se monitorea un posible incendio en los límites de los Ocozocoautla y Villaflores y uno más en Cintalapa.