San Cristóbal de Las Casas.- El fotógrafo coleto, Jorge Silva Rivera, obtuvo mención honorífica en el Trigésimo Certamen Internacional de Fotografía y Vídeo de Montaña y Naturaleza “María Luisa”, que contó con 10 categorías, y se celebró recientemente en España.
La imagen enviada al concurso corresponde a una tortuga desovando y que fue captada en Puerto Arista, misma que se puede observar en uno de los libros de la serie de reservas de la biosfera Chiapas Indómito, dijo Jorge Silva.
En entrevista señaló que participó en la categoría de Mundo Animal, donde obtuvo la Mención Honorífica, siendo una imagen suya una de las 10 finalistas que es una tortuga desovando, donde participaron más de 15 fotografías, presentadas por participantes provenientes de 76 países.
Asimismo, detalló que fue el único mexicano en recibir un reconocimiento en este concurso por su foto “Ocultando el Nido” que es una tortuga golfina, en peligro de extinción, que terminó de desovar y al fondo se observa una tormenta, en Puerto Arista, “fue tomada en un recorrido nocturno con los guarda parques del campamento tortuguero que hacen para evitar el saque de nidos”.
“Es interesante, porque 1 de cada mil tortugas llega a la edad adulta en condiciones naturales, es una especie en peligro, la golfina y concursó en el encuentro María Luisa de los más prestigiados a nivel internacional, esta foto va salir de los 30 años de la edición especial de este concurso”.
Silva Rivera comentó que la fotografía ya había sido publicada en la colección Chiapas Indómito, que tiene como objetivo difundir las bellezas naturales que hay en Chiapas, con el objetivo de hacer conciencia y conservar todos esos sitios.
En cuanto a la Región Altos, dijo que hay dos montañas con gran biodiversidad, pero sobre todo la importancia en ellas radica en la generación de agua, que son el Huitepec y el Tzontehuitz, donde es necesario ejecutar acciones para evitar su deforestación.
“Desafortunadamente las autoridades no le entran al tema, hay mucha apatía porque se politiza, pero hay esfuerzos importantes como la reserva privada de Pro Natura, que es de 86 hectáreas; sin embargo por ejemplo el Tzontehuitz, está siendo dañado para el consumo de leña de restaurantes y demás, el problema es que no se siembra, no se recupera nada”, concluyó.
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