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Los indígenas desplazados de las regiones Altos y Norte se mantienen en su campamento provisional en la caseta de cobro de la vía Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal de Las Casas, en demanda de justicia.
La mañana de ayer arribó al sitio un grupo de unos 200 encapuchados para tomar la caseta donde las personas desplazadas entregaban volantes, mismas que se retiraron a su campamento, y más tarde la Policía Estatal desalojó a los encapuchados.
La Coordinadora de Personas Desplazadas de Chiapas está conformada por 404 tsotsiles y tseltales de las comunidades Cintalapa, municipio de Ocosingo, desplazados hace 10 años; ejido Cintalapa también de Ocosingo, sacados hace cuatro años; Shulvó, en Zinacantán, corridos hace cuatro años; y ejido Puebla, en Chenalhó, desplazados hace tres años.
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El abogado defensor Diego Cadenas Gordillo, representante del Centro de Derechos Humanos Ku'untik, informó que mantienen un plantón provisional a un costado de la carretera federal con el fin de visibilizar su existencia e informar a quienes transitan en esa ruta turística sobre su situación.
Dio a conocer que a 11 días de haber iniciado el volanteo no se ha bloqueado la carretera, ni causado daño a terceros, tampoco no se atenta contra derechos de nadie, pues sólo se reparten volantes informativos y se brinda información detallada de la situación que viven los indígenas.
Cadenas Gordillo, reveló que han agotado todos los recursos legales y no jurisdiccionales en busca de justicia para las víctimas, quienes han sido despojados de casas, terrenos, cosechas, seguridad, paz y tranquilidad.
Asimismo, indicó que se exige la desarticulación de los grupos paramilitares que operan en Chiapas, en concreto en las comunidades de origen de estos individuos, así como iniciar un proceso de reconciliación con las localidades, para que puedan retornar en condiciones seguras y dignas.
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