Ante la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de anular la cárcel con la que se castigaba la interrupción voluntaria del embarazo, iglesias evangélicas externaron sus rechazo, al considerarla un atentado contra la vida.
El Presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tapachula (APET), Gamaliel Fierro Martínez, afirmó que la iglesia cree que la vida es un don de Dios, por lo que la decisión de la SCJN, traerá muchas consecuencias, principalmente el desmoronamiento del tejido social y familiar.
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Dijo que la iglesia evangélica apoya el derecho del ser humano a la vida, desde su concepción hasta la muerte natural tal y como está estipulado en la palabra de Dios, incluso en la biblia está establecido como uno de los mandamientos, no matarás.
Asimismo, señaló que se apegan a lo establecido en la Convención Americana sobre derechos humanos, también conocida como "Pacto de San José", que México suscribió en 1981, en su artículo 4:1, donde dice: toda persona tiene derecho a que se respete su vida, este derecho estará protegido por la ley y en general, a partir del momento de la concepción.
Lamentó que las autoridades no hayan escuchado las diversas voces de la sociedad, ya que incluso, las iglesias evangélicas haciendo uso de la libertad de expresión habían enviado propuestas al Congreso de la Unión, a fin de ser tomados en cuenta.
Puntualizó que estas ideologías afectan a la iglesia, porque atenta contra el núcleo familiar y la educación que desde siempre ha inculcado en las nuevas generaciones, por lo que a corto plazo habrán graves consecuencias, sobre todo en el tema del incremento de embarazos en menores de edad.
"Esta decisión de la SCJN dará pie a que los jóvenes den rienda suelta al tema de las relaciones sexuales de manera irresponsable, ya que sabrán que en caso de embarazos no deseados podrán con total libertad interrumpir el proceso de gestación", abundó.
Mencionó que los padres jugarán un papel muy importante, por lo que los exhortó a reforzar la educación de sus hijos en casa y no lleguen a cometer estos actos que ante los ojos de Dios siguen siendo un crimen.