Socios del Conejobús, del Sistema de Transportes Urbanos de Tuxtla, informaron que este trasporte – símbolo de desarrollo durante el sexenio de Juan Sabines Guerrero–, desaparecerá antes de que termine el 2019, debido a la falta de recursos y mala administración.
Señalaron que, si bien la intención “y el alma del sistema sí estaba bien definido, la pésima administración ha dejado mucho que desear y lo ha llevado a la quiebra, situación que lo ha orillado a desaparecer definitivamente”.
Los socios serán liquidados y sus licencias serán reintegradas a sus legítimos dueños, y reasignadas en diferentes rutas de las 127 que existen en la ciudad.
La ruta que cubre El Conejobús será concesionada a una empresa privada de transportes federal que introducirá un nuevo parque vehicular, moderno y con un manejo propio de la administración, la cual –aseguran– ya opera en Toluca, Estado de México y Puebla.
“Como es privado suponemos que traerá buenos vehículos, buena imagen, cómodos y seguros para todos los usuarios; sin embargo, esta empresa solo cubriría la Ruta 1, es decir de oriente a poniente y viceversa; para la Ruta 2, de norte a sur y viceversa, se cubrirían con urbans como se hacía con anterioridad”, explicaron.
“Es un hecho que viene esta nueva compañía, es un hecho que nos liquidan, es un hecho que nos regresan nuestra concesión y nos la dan para otra ruta, dicen, que serán en rutas rentables”, indicaron los socios.
Explicaron que “durante dos sexenios nunca hubo un beneficio como tal y por el contrario hubo prejuicios por: deudas; vehículos en mal estado; demasiado personal, cuando el trabajo de cinco personas lo hacían 30, sueldos de más y gastos innecesarios trajo como consecuencia la quiebra de El Conejobus”.
De un universo de 143 automotores, únicamente operaban en promedio 45-50 diarias en ambas rutas.