En un reciente conversatorio sobre los desafíos y avances en la atención a refugiados en Chiapas, Deladier Anzueto, coordinador regional de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), y Pierre-Marc René, asociado de Información Pública en ACNUR, compartieron su perspectiva sobre la situación actual y los retos que enfrentan. La información presentada abarcó desde las estadísticas de solicitudes de refugio hasta los desafíos de integración y la provisión de servicios esenciales.
Deladier Anzueto comenzó destacando dos retos cruciales que enfrenta la COMAR: la falta de una política de integración efectiva para los refugiados en México y la escasez de recursos. Desde 2019, la COMAR ha registrado un incremento significativo en las solicitudes de refugio. En 2019, se registraron alrededor de 70 mil solicitudes, cifra que disminuyó a 40 mil en 2020 debido a la pandemia. Sin embargo, en 2021, las solicitudes aumentaron a casi 130 mil, bajando ligeramente a 118 mil en 2022, y alcanzando cerca de 141 mil en 2023. En total, durante el sexenio actual, se han admitido cerca de 400 mil solicitudes de refugio. De estas, alrededor de 110 mil personas han sido reconocidas oficialmente como refugiados, mientras que muchas otras no cumplen con los requisitos legales o se han trasladado a otros lugares.
Pierre-Marc René destacó los esfuerzos realizados por ACNUR para apoyar a la COMAR. Desde 2018, la capacidad de tramitación de la COMAR se ha cuadruplicado debido al aumento de personal y recursos. ACNUR ha proporcionado más de 35 mil consultas a través de su plataforma "Confía en el Jaguar", que informa a los solicitantes sobre sus derechos y el proceso de solicitud. Esta plataforma también sirve como un vínculo importante para muchas personas que buscan información sobre asilo en México. Además, ACNUR financia una red de abogados que ofrece asistencia legal a más de 7 mil solicitantes de asilo en todo el país.
En los últimos años, el perfil de los solicitantes de asilo ha cambiado notablemente. Anteriormente, la mayoría de los solicitantes eran hombres solos y niños que llegaban solos. Sin embargo, ahora se observa un aumento en la llegada de familias completas que requieren apoyo integral. Este cambio ha requerido una atención especial, especialmente en la protección de la niñez y la prevención de la violencia de género, que se ha incrementado durante la pandemia. Muchas madres solteras han llegado a México buscando protección, ya que no reciben el apoyo necesario en sus países de origen.
En Chiapas, la mayoría de los solicitantes de asilo ingresan a través de Tapachula, lo que genera una alta presión sobre los servicios locales. ACNUR y COMAR colaboran con varios albergues en la región, incluyendo los ubicados en San Cristóbal, Tapachula y Palenque, para proporcionar asistencia humanitaria, incluyendo servicios médicos, nutricionales y de rehabilitación. También apoyan a otros 400 albergues en el país, brindando recursos y asistencia adicional.
Durante el conversatorio, se destacó la importancia de la solidaridad y el apoyo continuo para mejorar la situación de los refugiados en México. Ante ello Pier-Marc René mencionó que dos de cada tres personas que solicitan asilo en México mencionan que su vida, seguridad o libertad estaría en peligro si tuvieran que regresar a su país de origen. Este dato subraya la necesidad de asegurar que el retorno de los solicitantes de asilo sea siempre la última opción.
También señaló que, a pesar de los desafíos, se han logrado avances importantes. En 2023, se registraron más de 140 mil solicitudes de asilo en México, un aumento del 17% en comparación con el año anterior, lo que marcó un récord histórico. Esto evidencia la transición continua de México de ser un país de origen y tránsito de personas a convertirse en un país de destino. La mayoría de las solicitudes provinieron de personas de Haití, Honduras y Guatemala, con Honduras nuevamente en primer lugar en 2023.
Aunque se han logrado avances significativos en la atención a los refugiados en Chiapas, persisten importantes desafíos que requieren una atención continua y recursos adecuados. La colaboración entre COMAR, ACNUR y las comunidades locales es crucial para garantizar una integración efectiva y una vida digna para todos los solicitantes de asilo. La solidaridad y el apoyo de la sociedad también son esenciales para fortalecer estos esfuerzos y mejorar las condiciones de vida de los refugiados en México.
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