Desde las primeras luces de la mañana del 16 de agosto, un espíritu festivo llenó el ambiente en el barrio San Roque de Tuxtla Gutiérrez, donde se congregaron músicos, danzantes, fieles e invitados especiales para dar vida a la tradicional Danza de San Roque. La maestra Carmen Palacios Velásquez, anfitriona del evento, recibió a los asistentes en una jornada de devoción y cultura.
Las festividades comenzaron con un ritual de sahumación que abarcó desde el altar hasta los músicos, danzantes y alimentos, todos inmersos en una atmósfera de respeto y veneración. Después de este acto ceremonial, los presentes compartieron un bocadillo, enmarcando una tradición milenaria que prevalece hasta la actualidad.
Esta emblemática danza, profundamente arraigada en la identidad de la comunidad zoque, adquiere especial protagonismo en el mes de agosto. Se presenta en diversas casas y templos en el centro de la ciudad, cautivando a todos con su colorida vestimenta y enérgicos movimientos.
Puedes leer también: ¡Pozol gratis! Inicia la feria de San Roque y San Bartolomé en Tuxtla Gutiérrez
La contribución de la comunidad zoque a la festividad de San Roque se manifiesta en el baile que lleva su nombre, un baile que evoca la fortaleza de la roca. La iniciativa de revivir esta danza que estuvo en pausa durante muchos años fue liderada por figuras destacadas como Leopoldo Gallegos y Adán Palacios Gómez, quienes lograron reinventar la tradición en honor a San Roque, el protector de los desfavorecidos y los enfermos, originario de Montpellier, Francia.
La danza rinde homenaje a cuatro santos de gran relevancia en agosto: Santo Domingo de Guzmán, San Roque de Montpellier, San Jacinto y San Bartolomé. El vestuario de los danzantes es una obra de arte en sí misma, compuesto por elementos como el Coto Payú, saco oscuro, pantaloncillo rojo, banda y camisa de manta, entre otros. El llamativo penacho, adornado con plumas de pavo real y detalles cuidadosamente elaborados, acentúa la distinción de la representación.
La Danza de San Roque cobra vida el 16 de agosto, marcando un punto culminante en las festividades europeas. Los ensayos previos a la danza son cruciales para la perfección de la actuación. En una secuencia de reuniones y preparativos, los bailes y músicos son invitados a casas con altares, donde se realizan los primeros ensayos y se confeccionan los penachos.
¿Quieres recibir gratis nuestras noticias a tu Whats App? Da click aquí ⬅️
La jornada de celebración se desarrolla en diferentes etapas, comenzando en la casa del maestro baile y culminando en la casa del prioste de San Juán. Los siete sones entonados durante la danza se interpretan en la iglesia y en diferentes casas con imágenes de San Roque. El festín de la danza, que se inicia a las 10 de la mañana, se extiende hasta las 7 de la noche, un tributo vibrante y duradero a la rica tradición cultural que perdura en la comunidad zoque.