El incremento de negocios de bebidas alcohólicas es incontrolable en Tuxtla Gutiérrez, mientras las autoridades municipales reportan 3 mil establecimientos regulares, prestadores de servicios afirman que existen 30 mil irregulares.
En promedio, 10 antros operan al margen de la ley por uno regular, una cadena que ha venido en aumento en los últimos cinco años, al igual que la venta indiscriminada de cerveza a través de "acaparadores" de todas las marcas en contubernio con empresas cerveceras.
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Ante esto, Hugo Díaz Rodríguez, propietario del restaurante Los Laureles, explica que la demanda de servicios de los negocios formales está en un 50 por ciento de la capacidad de oferta, debido a que por cada un regular hay 10 irregulares o clandestinos y estos operan al margen de la ley, venden cerveza y alcohol de Guatemala más barato, “y no sabemos de su calidad, los clandestinos nos están sobrepasando, porque ahí también va la corrupción, se mochan con la autoridad y con eso pueden vender en el horario que ellos quieran".
El también expresidente de la Asociación de Bares y Cantinas de Tuxtla Gutiérrez, cuenta que no ha sido fácil para el sector regular la sobrevivencia, al grado que la asociación se desintegró, ya no hubo coincidencias en la defensa de los derechos e intereses, como que los bares regulares deban operar de 12:00 del día a 10:00 de la noche como máximo, pero los establecimientos irregulares no tienen horarios establecidos, ni control de menores y se les permite fumar cigarros.
Otro escenario que afecta a los regulares es la carga de pagos, la recolección de la basura, la revisión constante del uso y factibilidad del suelo que tiene un costo de 10 mil pesos en promedio y que para su autorización, las autoridades piden a los regulares la anuencia de 10 vecinos, mientras que a los irregulares no los clausuran con el pretexto de que operan en su casa particular y cualquier acción podría interpretarse como un secuestro.
A pesar de que se les sorprenda infraganti no hay ninguna acción legal y son más favorecidos si tienen la asesoría de empresas cerveceras que les surten.
"Nosotros los denunciamos, pero aquí hay otro negocio: los inspectores de la Dirección de Verificaciones y Clausuras de la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez, se llevan su gran ganancia, los dejan trabajar y les piden con cuánto se van a mochar. Tienen buenos ingresos y hay quienes dicen: si quieres hacer paga, verificaciones, ese es un problema de años, nunca hemos podido luchar con los clandestinos", abundó Hugo Díaz.
De acuerdo con el empresario que ha cambiado giro de bar a restaurante, los irregulares no quieren sujetarse a la ley porque tienen que pagar Licencia de Funcionamiento, inspección de salubridad, uso y factibilidad del suelo, inspección de Protección Civil, pago de prestaciones de ley a trabajadores, pago de impuesto predial, señalamientos, entradas y salidas de emergencia, manejo de alimentos; mientras que los regulares son constantemente denunciados, generalmente por clientes que dicen que uno los trata mal, incluso han habido amenazas de suspensión de negocios.
Los miles de irregulares gozan de la protección, de la impunidad y la omisión de la autoridad; mientras que la Licencia de Funcionamiento anual del restaurante cuesta 13 mil 500 pesos y de un bar 27 mil pesos, algunos regulares fueron clausurados por denuncia ciudadana el año pasado, entre ellos, La Negrita.
Por consiguiente, el director de Verificaciones y Clausuras del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Roberto Mijangos Nucamendi, confirmó que en la ciudad existen un promedio de 3 mil establecimientos de bebidas alcohólicas.
Han habido cierres y aperturas, los establecimientos se mueven, cambian nombre, restaurantes con ventas de cerveza, depósitos, tiendas de conveniencia, bares diurnos y nocturnos, quedan algunas discotecasMencionó el funcionario
En cinco años se ha mantenido ese universo, los permisos los otorga la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud, se revisan horarios y días de funcionamiento”, señaló.
Un restaurante opera de 12:00 del día a 12:00 de la noche, de lunes a domingo con venta de 80 por ciento alimentos y 20 por ciento de alcohol, debe tener cocina con estándares que determina la Secretaría de Salud.
Los bares diurnos, cantinas y botaneros deben funcionar de lunes a sábado de 12:00 del día a 8:00 de la noche, con una hora de desalojo. Los bares nocturnos operan de lunes a sábado de 8:00 de la noche a 3:00 de la mañana.
Los depósitos y abarrotes deben funcionar de 8:00 de la mañana a 11:00 de la noche y de lunes a domingo, al igual que las tiendas de conveniencia y el producto debe despacharse para llevar.
Aseguró en entrevista que en encuestas realizadas entre la población, incluyendo escuelas, han encontrado que jovencitos entre 6 y 10 años de edad han probado el alcohol, principalmente en su casa con sus familiares que lo consumen.
Cada vez más mujeres consumen más alcohol en los últimos cinco años, en hombres se ha duplicado, pero en mujeres se triplicó y la relación individuo-alcohol es alarmante.
Una persona se sienta a consumir alcohol hasta embriagarse, el problema es profundo y tiene un impacto fuerte en la sociedad
Indicó Roberto Mijangos
Admite que hay establecimientos irregulares, pero "a nosotros no nos corresponde".
En el 2019 se cerraron 250 establecimientos regulares que no se sujetaban al horario; en el 2023 fueron solo 25 negocios los que se cerraron temporalmente por operar fuera de horario y tras pago de sanción de 50 a 500 Unidades de Medida y Actualización (UMA) vuelven a operar.